El acompañamiento que durante años ha hecho el Instituto de Refrigeración y Climatización (IRC) a la industria biotecnológica y farmacéutica cubana, se sustenta en la profesionalidad con que sus especialistas asumen los encargos de un sector de tan altos estándares de calidad.
Hacerlo justo ahora, en medio de una batalla contra reloj para vencer la COVID-19, redobla el orgullo de este equipo perteneciente al Grupo de la Electrónica (GELECT), del Ministerio de Industrias, que entre sus encargos más destacados hoy, tiene el asegurar las condiciones de almacenamiento con los diferentes niveles de temperatura controlada que exigen las materias primas y medicamentos.
Es el caso del servicio llave en mano que se ejecuta en la planta de hemoderivados Adalberto Pesant, única de Cuba y entre las pocas existentes en el mundo, situada en el habanero municipio de La Lisa.

El director del área de Aplicaciones Ingenieras del IRC, ingeniero Oscar Hernández Pérez, resaltó que consiste en una remodelación integral en toda la instalación frigorífica -son once cámaras frías- de mantenimiento y de congelación, además de su sala de máquinas.
Con ello podrá reactivarse la capacidad de almacenamiento de materias primas y productos terminados en ese centro del grupo BioCubaFarma, donde a partir del plasma sanguíneo rigurosamente pesquisado, se obtienen diversos productos en beneficio de la salud de las personas, por ejemplo, las inmunoglobulinas.
De vitales pueden catalogarse también las labores en la Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos EMCOMED. Se trata de una reparación capital del frigorífico de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Plataforma Logística, radicada en La Habana Vieja, cuyas instalaciones destinadas a la conservación de medicamentos con una temperatura entre los 2-8 grados, ofrece las condiciones exigidas para preservar las vacunas contra la COVID-19 y el estricto cumplimiento de las buenas prácticas.

Desde hace mucho tiempo el IRC trabaja con esa empresa encargada de prestar servicios mayoristas a las entidades de las industrias biotecnológica y farmacéutica y del sector de la salud, a fin de elevar el estándar de las cámaras de frio de todas las unidades diseminadas por cada una de las provincias cubanas.
“Le hicimos un estudio que diagnosticó cuánto más debía hacer la entidad, con vistas a atemperarse a las regulaciones que hoy dicta el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED).
“Por ello en la inversión que ahora estamos montando, se implementan los rigurosos requisitos exigidos por el órgano regulador para validar esa instalación con un alto nivel de calidad en cuanto a las condiciones del almacenamiento de materias primas y de nuestras vacunas”, reiteró Hernández Pérez.
Ese estándar quedará asegurado, por ejemplo, con la colocación de antecámaras, equipos de respaldo, sistemas de supervisión de la temperatura y la humedad en tiempo real, sistemas constructivos formados por paneles aislantes lisos, y grupos electrógenos que den, en todo momento, la seguridad necesaria para que nunca el sistema colapse por algún elemento tecnológico.
Igualmente, a cargo del IRC está la certificación de los vehículos responsabilizados con la transportación de las vacunas, proceso ya realizado a dos de esos medios, cuyas preciosas cargas van destinadas al oriente cubano.

El director general del Instituto, Ingeniero José Rojo Rodríguez, acotó que las labores asumidas por su colectivo cumplen con los requerimientos medioambientales establecidos en el país, y en el caso de la planta de hemoderivados se está implementando tecnología que usa refrigerantes naturales, una de las recomendaciones establecidas internacionalmente para impedir la afectación de la capa de ozono y el efecto invernadero.
Más adelante mencionó otros contratos importantes, como por ejemplo con la Empresa Nacional de Frigoríficos (EMFRIGO), perteneciente al Ministerio de Comercio Interior, en la remodelación de un almacén radicado en el municipio de Playa, para eliminar la subutilización de su área a partir de seccionalizarla en cámaras más pequeñas que permitan conservar, simultáneamente, diferentes productos alimenticios.
Al respecto Oscar Hernández agregó que con esta encomienda se elabora una ingeniería conceptual en una instalación ya existente, cuyas condiciones en estos momentos están casi obsoletas, la que incluirá tendencias de tecnologías novedosas y eficientes.
Con el grupo empresarial de Tabaco de Cuba (Tabacuba) concluyó un proyecto –ahora en espera de su ejecución-, que beneficia la ventilación de casas de cultivo con uso de la energía renovable fotovoltaica, al tiempo que se trabaja en la reconversión de los sistemas de curado de la hoja con el empleo de esa misma fuente.
“Lo que hacemos para acompañar a la biotecnología cubana es un reto en las condiciones actuales, un altísimo compromiso, pero ante todo lo apreciamos como un reconocimiento de la potencialidad de nuestro centro, que se prestigia de hacer su aporte en un momento crucial de la nación”, consideró José Rojo.
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