La primera incidencia registrada dentro de la geografía nacional fue la explosión, en puerto habanero, del navío Invencible, impactado por una descarga eléctrica el 30 de junio de 1741, que provocó considerables daños humanos y materiales, pues a bordo había gran cantidad de pólvora.

De los olvidadizos por conveniencia suele decirse que se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena, pero lo cierto es que nuevos estudios mundiales científicamente probados, prevén el aumento de las tormentas eléctricas y es preciso actuar en consonancia ante la inexistente percepción de riesgo y de cultura sobre cómo protegernos.

Reniel E. Suares Pérez, especialista del Instituto de Geofísica y Astronomía (IGA), comentó que investigaciones a cargo de prestigiosos expertos, aseguran que la actividad solar provoca tormentas eléctricas sobre la Tierra y por cada grado Celsius que suba la temperatura, los relámpagos aumentarán en un 12%.

“La cantidad de rayos en Cuba ha crecido dramáticamente, así como su intensidad, por el alza de la temperatura y un elemento nuevo en nuestra atmósfera: el polvo del Sahara; este contiene muchas partículas metálicas que acrecientan la conductividad y es similar a un cable directo a la tierra”, insiste.

VERANO INTENSO; IGUAL RAYOS  

Teniendo en cuenta que el período de tormentas más fuertes abarca de principios de abril a octubre -algunas veces hasta noviembre-, los rayos más intensos coinciden con el verano, por eso Suares enunció consejos que los bañistas nunca deben perder de vista.

Los rayos pueden matar por impacto directo, por tensión de paso (es cuando caen y las raíces sorprenden a las personas con los pies separados), por impacto lateral (cuando, por ejemplo, estas resguardado debajo de un árbol, con las piernas abiertas, y el rayo salta hacia la persona) y tensión de contacto (cuando tocamos algo a lo que le cae un rayo). Foto: Tribuna de La Habana

Cuando se percaten de truenos y rayos, o tengan información de estos, deben salir inmediatamente del agua, alejarse de las áreas abiertas y resguardarse dentro de vehículos, con las ventanas cerradas y sin tocar nada metálico.

“Resulta conveniente visitar la playa en la mañana, cuando el agua posee una temperatura más fresca. Después de las 12 del día es muy riesgoso, ya que generalmente comienzan las tormentas eléctricas; tampoco debe irse en horario nocturno porque es cuando cae la mayoría de los rayos en el agua.

“Asimismo, existe una fácil y práctica manera de protegerse, que es la regla 30-30. Si observamos un rayo y el trueno suena antes de los 30 segundos debe buscarse refugio, pues anuncia el comienzo de una tormenta; igualmente, debe esperarse hasta media hora después del último rayo para continuar con las actividades. Muchas personas mueren por desesperarse, o pensar que el fenómeno ya concluyó, cuando no es así”.

¿Qué hacer dentro de nuestros hogares?

-Ante los rayos lo indicado es sentarse o acostarse, en el piso o la cama, lo más próximo al centro del hogar y con los pies unidos. Es imprescindible alejarse de ventanas y con una diferencia considerable en cuanto al techo.

“No es conveniente hablar por teléfono fijo, bañarse o usar agua corriente, tocar objetos metálicos, observar algo cerca de una antena de televisión o el cable de bajada al TV ; tampoco conectar ni desconectar cables, aunque esto último muchos suelen hacerlo durante la tormenta”.

El también miembro fundador del Comité Electrotécnico cubano, destacó que, contrario a lo que muchos creen, equipos sensibles como las computadoras deben alejarse de las paredes para no ser impactados por el impulso electromagnético de estos fenómenos.

Casi todas las instalaciones, en nuestro escenario nacional, son reconvertidas a tecnología de protección moderna; y en varias edificaciones construidas hace muchos años, por ejemplo el Capitolio, se aplicaron soluciones de protección sin afectar su valor patrimonial.

“Los Sistemas de Protección contra Rayos deben ser proyectados y ejecutados por individuos y empresas que cuenten con la certificación correspondiente y cumplir con las normas estipuladas. Existe una obligatoriedad para las empresas estatales y organismos de contar con estos sistemas, de ahí el creciente aumento de servicios por parte de nuestro Instituto”.

Al referirse a las personas naturales, Suares insistió que deben acercarse a las instituciones dedicadas a este trabajo para no caer en manos de supuestos expertos particulares.

Por otra parte, los avances tecnológicos han permitido monitorear a los rayos para evitar pérdidas económicas. Hoy, puntualizó el experto, los sistemas de protección ocupan un lugar decisivo a nivel mundial en la industria, el comercio, la salud y el turismo, pues los rayos pueden convertirse en una herramienta útil para monitorear cambios en importantes parámetros climáticos en el futuro y son, en sí mismos, una fuente importante de óxidos de nitrógeno en la atmósfera, con implicaciones para la producción de ozono y el balance de radiación del planeta.

En Cuba se han hecho esfuerzos por establecer una red nacional de detección de este fenómeno; sin embargo, el tema siempre no ocupa el primer lugar en el desarrollo de las empresas pues conlleva gran cantidad de recursos y capital”.