“Nos hemos preparado para todas las contingencias y creo que, gracias a la valentía de nuestro pueblo, a su firmeza, a su decisión de defender a todo trance la patria y la Revolución es que hemos conquistado esa posibilidad de crear y hacer”.
Fidel Castro Ruz
Los resultados alcanzados en las instituciones del polo científico de La Habana representan la avanzada en la búsqueda de una vacuna cubana desarrollada, en el menor tiempo posible, de acuerdo con la sostenibilidad de investigaciones que han permitido diseñar nuevas estrategias y medicamentos efectivos durante la lucha contra la COVID-19.
“En el enfrentamiento a la pandemia hemos logrado un resultado digno, dignísimo, y más en las condiciones en que lo ha hecho el país”, aseguró el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, al intercambiar con el grupo de científicos y expertos que participan directamente en al enfrentamiento de la Isla a la epidemia.
Al manifestar, con orgullo, el aporte trascendental de la ciencia cubana en la nueva batalla, evoca a Fidel por su incansable labor entre los científicos e investigadores, simiente en la concepción de una red de centros de investigaciones que se fue extendiendo en el territorio habanero en correspondencia con aquellos intercambios del líder de la Revolución cubana con los científicos.
El 7 de septiembre de 1987, en la inauguración del Centro de Inmunoensayo, Fidel se adelantaba en el tiempo a la actualidad del mundo confinado por el coronavirus: “Pienso que hoy es un día de alegría para la familia de los científicos de nuestro país, pienso que debe ser también un día de felicidad, puesto que este centro refleja un avance serio y que marchamos con pasos muy firmes por los senderos de la ciencia y de la conquista de grandes beneficios para nuestro país, que, además, pueden ser útiles también para otros países”, aseguraba a un equipo de trabajo del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (Cenic, al oeste de la capital), al valorar las experiencias en la lucha contra el dengue hemorrágico.
La disminución de fallecimientos y reducción del número de pacientes críticos y graves afectados por la COVID-19, “es el resultado de los ensayos clínicos, de las investigaciones que ustedes han estado explicando sistemáticamente, lo cual nos va dando una seguridad en lo que estamos logrando”, enfatizaba Díaz-Canal, al reconocer, además, cómo el país mantuvo su vitalidad, a pesar de la falta de recursos que provoca el bloqueo impuesto y recrudecido por el gobierno de Estados Unidos.
Cuando muchos críticos y no críticos de nuestro país, pronosticaban una situación mucho más complicada para Cuba, basados en las impresionantes cifras de contagios, muertes diarias y el colapso de los sistemas de salud en naciones del primer mundo, sin estar bajo un genocida bloqueo, el sistema de Salud cubano sostuvo la ayuda solidaria, logró controlar la epidemia y va en camino de erradicarla. Porque como afirmara Díaz-Canel “Aunque haya vacunas de otros países, nosotros necesitamos la nuestra, para tener soberanía”.
En cuanto al regreso a la normalidad, orientó que debe organizarse porque “no va a ser tan normal como antes, porque hay cosas que nosotros las tenemos que mantener como reglas de vida para el futuro y otras que debemos concebirlas de manera diferente. (…) el paso a la etapa de recuperación hay que hacerlo de manera gradual y por fases, sin apresuramiento”, pues el propio comportamiento de la enfermedad en los diferentes territorios irá diciendo de qué manera hacerlo en cada uno de ellos. En el enfrentamiento a la pandemia hemos logrado un resultado digno, dignísimo, y más en las condiciones en que lo ha hecho el país”, aseguró.