El comercio electrónico en Cuba no nació con Tuenvio.cu. Un análisis serio del tema debe remitirse a los inicios de siglo, cuando CITMATEL montó sus primeras tiendas virtuales para recaudar divisas.
Inicialmente, el gran problema para desarrollar aquí el comercio electrónico fueron las pasarelas de pagos. Si bien CITMATEL se las agenció para vender hacia el exterior, la Isla no disponía de las herramientas necesarias para impulsar la compra en línea hacia lo interno, sin mencionar que el acceso de los cubanos a la red era bien escaso.
Poco a poco, la historia en términos de conectividad fue cambiando, pero el comercio electrónico en la Isla siguió solo mirando más allá de nuestras fronteras. La necesidad de captar divisas promovió plataformas que utilizaron los cubanos radicados fuera de la Isla para comprar alimentos, productos de aseo y electrodomésticos, entre otros, destinados a sus familiares en Cuba.
Las urgencias cotidianas, siempre marcadas por el peso del bloqueo estadounidense, hicieron que se relegara la necesidad de inversiones, capacitación de personal, logística, aseguramiento de proveedores, cambios en los sistemas bancarios y otros aspectos inherentes a las compras en línea.
Finalmente, la pasarela de pago segura estuvo lista, y ETECSA, además de seguir ampliando el acceso a Internet y la telefonía celular, junto a otras entidades, puso a disposición de los cubanos herramientas como Transfermóvil, a la que se agregó Enzona.
Fue un salto -que requería previsión, luz larga, y toda una infraestructura- que pudo haber sido la señal esperada para un buen despegue del comercio electrónico.
Pero los pagos en línea, luego de que Cuba pusiera por fin en marcha una plataforma de pago, se limitaron en principio a la factura telefónica, la electricidad, el agua y otras opciones que se sumaron.
Luego aparecieron otras posibilidades de compra en función del mercado interno, mas solo fueron haciéndose sitio en los hábitos de consumo de los cubanos en la medida en que estos ganaron en confianza y habilidades.
En función de esto último incluso se dieron a conocer videos en línea y también televisivos que explicaban a los clientes potenciales cómo utilizar las plataformas para el pago de servicios y para compras en línea.
Los usuarios cubanos -ágiles para relacionarse con las nuevas tecnologías, a tal punto que se alfabetizaron digitalmente antes de que muchos contaran con el equipamiento para volver práctica la teoría.-, aprendieron rápido y comenzaron, aunque aun con recelo, a interactuar en esas plataformas y a comprar en línea.
La Covid-19, un parteaguas
La llegada de la Covid-19 a Cuba, en marzo último, marcó un antes y un después en ese escenario. Así ha sido confirmado por directivos de CIMEX y Tiendas Caribe en distintos espacios públicos. El imperativo del aislamiento social conllevó a convocatorias para la compra en línea sobre todo de alimentos.
Y en esta oportunidad el llamado fue acogido con tanta masividad, que la tecnología instalada no soportó la demanda. Aunque hace dos décadas Cuba empezó a gatear en estos temas, los conceptos del comercio electrónico han ido cambiando a nivel internacional. Hoy, ese tipo de comercio cuenta, como tendencia, con grandes almacenes -incluso con los llamados almacenes inteligentes-, que posibilitan, junto a toda una compleja infraestructura, dar respuesta al fluir de numerosos y constantes pedidos.
En esta geografía caribeña finalmente entenderemos que el comercio electrónico no es solo software, y menos uno cualquiera. Para satisfacer la avalancha de pedidos como los que en este presente se están recibiendo, hace falta todo un complicado y costoso andamiaje que incluye, además de tecnología de punta y de los software necesarios, una alta capacitación del personal -que abarca, entre otros aspectos, la atención personalizada al cliente-, capacidad de almacenaje y de transportación.
Potenciar las compras en líneas de los cubanos
En la reunión del grupo de trabajo para la prevención y el control del nuevo coronavirus de este miércoles 13 de mayo, el presidente Miguel Díaz-Canel retomaba el tema del comercio electrónico, y sobre las insatisfacciones generalizadas llamaba a “esmerarse en el tratamiento a las personas que están afectadas”. Es decir, a quienes han comprado y no recibieron los productos, a pesar de que les fueron facturados a sus tarjetas, y también a aquellos que reciben muy tarde los pedidos.
Expresaba la necesidad de generar confianza en las soluciones que deberán llegar, y la imperiosa necesidad de pedir las disculpas que correspondan.
“Esto tenemos que seguirlo perfeccionando, porque llegó para quedarse. De ahora en adelante tenemos que ir evolucionando a que haya más comercio electrónico que analógico. Es una de las cosas que tenemos que potenciar”.
El mandatario precisaba que lo que se invierta en logística deberá proyectarse sobre todo hacia el comercio electrónico. Al respecto sentenció: “siempre tendremos que mantener un nivel de comercio tradicional porque todo el mundo no tiene acceso a esas plataformas; todo el mundo no las domina”.
Sin dudas, el despegue de esta modalidad de comercio resulta costoso, y no puede olvidarse que la nuestra es una economía realmente bloqueada por el imperio más poderoso del mundo. Además, hoy los gastos principales tienen que destinarse, cómo así lo hace el país, a la prioridad inamovible de luchar contra el nuevo coronavirus, que es equivalente a salvar vidas.
No obstante, la dirección del país está convencida –y así se proyecta en términos concretos- de la necesidad de seguir desarrollando el comercio electrónico con plataformas modernas, de alta calidad y capaces de dar un servicio eficiente, de alto valor porque, eso, en definitiva, equivale a mayor calidad de vida. Comprar en línea es también comprar futuro.
En el Bazar Virtual de CITMATEL las compras on line son con tarjetas Visa y Mastercard .¿Habrá algún cambio en este sentido?
Todo esto es muy agotador... El día 29 de abril realicé un pedido a la tienda virtual de cuatro caminos, en este minuto aún mi solicitud está siendo procesada, es increíble que se tarden 15 días o más para entregar una compra, la cual está pagada previamente. Con productos de primera necesidad. Espero que esto mejore. Soy madre soltera, tengo dos niños pequeños por lo que me veo imposibilitada de hacer las enormes colas que todos sabemos y esta opción si fincionara bien en sus términos de entrega y seriedad. Además he conocido que después de toda esta larga espera, en ocaciones hay productos que no llegan... Espero que las.persinas encargadas de este tema tomen cartas en este asunto de tanto interés, sobre todo para el combate del enfrentamiento al covid-19
Desde que comenzó el COVID-19, estoy utilizando la herramienta EnZona, para hacer transferencias y el pago de la factura electrica con buenos resultados. Sin embargo esta aplicación no contempla el pago de otros servicios como son. la factura telefónica, el agua y otras de uso sistemáticos..¿Sería muy difícil ampliar las posibilidades de esta herramienta?.. Me parece que con esto se desplazaría el fluyo de acceso, a las restantes plataformas del comercio electrónico.
Comprar en línea para el tenga un celular 4G, dinero y mucha paciencia
Pudieran contratar cooperativas de repartidores para al menos satisfacer la demanda cercana a la tienda y dejar q Correos de Cuba se encargue de los lugaees más distantes. Es una sugerencia para ver si se logran disminuir los tiempos de respuesta, pues he realizado 4 compras y ya llevo más de 20 días esperando aunque sea el 1er envío.