Internet ha revolucionado la forma de trabajar, comunicarse y esencialmente vivir, desde aquel primer intercambio de información entre dos computadoras, parcialmente exitoso, -donde se enviaron solo dos letras de computadora a computadora:  LO-, hasta nuestros días, con miles de millones de objetos conectados como el televisor o el medidor de luz. Sin embargo, la mitad de la población mundial todavía está excluida de esta revolución, mientras que los objetos conectados superaron los 20 mil millones.

El 29 de octubre de 1969 en California, fue el comienzo de esta era digital, cuando la universidad de Los Angeles envió el primer paquete de datos al Instituto de Investigación de Stanford.

La tecnología en los siguientes años progresó y la red se expandió, pero para que Internet despegara se necesitaba aún la intervención de Tim Berners-Lee. En 1989, "el padre de la web", quien presentó un ensayo en Cern de Ginebra, el cual representaba la base teórica de la World Wide Web, mientras que en 1991 el primer sitio web estuvo en línea. 

Foto: Internet

Hoy se cuenta con más de 1.000 millones y medio de sitios, pero fueron necesarios los motores de búsqueda -como Google, por ejemplo, que permitan encontrar la página con la que queremos conectarnos en el mare magnum de la red. Otro elemento clave es la "arroba", el símbolo del correo electrónico que nació en 1971 de la mente del programador Ray Tomlinson.

Paso a paso avanzaron las computadoras, inicialmente grandes como una habitación, a hacerse personales y tan pequeñas como para estar sobre las rodillas y ser compatibles con los teléfonos inteligentes.

Pero, no es para todos. A fines de 2018 los usuarios eran 3.900 millones, equivalentes a 51,2% de la población mundial. O sea, un poco menos de la mitad de los habitantes del planeta aún no tiene acceso a Internet.

Hoy se cuentan 26 mil millones de objetos conectados a Internet, y según los analistas, la cifra aumentará a 75 mil millones para 2025, con un impacto económico potencial de 11 mil billones de dólares.

Fuentes: (Redcien y Cubasí)