El 21 de junio es el Solsticio de Verano en el hemisferio Norte, es el momento del año en el que el sol alcanza la máxima declinación norte y sur con respecto al ecuador terrestre. Es el día más largo del año, cuando el astro rey alcanza su mayor altura al mediodía y marca el inicio oficial de esta estación.

En la antigüedad se creía que era un momento propicio para la fecundidad y la prosperidad y, desde tiempos anteriores al cristianismo, en muchos países existía la costumbre de celebrar esta fecha. Las personas recolectaban las plantas que florecían o germinaban ese día, pues creían en sus poderes curativos. Además, encendían hogueras para protegerse de los espíritus malignos.

En España, Portugal, Suecia, Noruega, entre otros países de Europa se realizaban diversos ritos, como las Festividades de San Juan. En estas se encendía una hoguera para dar más fuerza al sol y purificar a las personas que la contemplaban.

En la actualidad, muchos países mantienen la tradición, pero no con el mismo significado y algunas celebraciones no son el 21 de junio, sino la noche del 23 al 24 por el día de San Juan Bautista. Se dice que en Finlandia, Estonia y Suecia consideran el solsticio de junio como una de las celebraciones más importantes del año. En este último tenían la práctica de realizar sacrificios rituales en honor a la fertilidad.