Hacer el bien y que llegue a todos por igual, es el denominador común detrás de cada aporte hecho por los hombres y mujeres que aquí hacen ciencia, crean novedosas tecnologías o se dedican a innovar.
Este calendario no ha sido diferente, pero sí hubo ese extra capaz de concederle a la comunidad científica del territorio una gratificación multiplicada: La Habana se adueñó de la sede de las actividades por el 15 de enero, Día de la Ciencia Cubana, entre sus regalos por el aniversario 500 de la Villa de san Cristóbal.
Colocar a la urbe en el lugar cimero, escoltando a las provincias de Santiago de Cuba, Villa Clara y Guantánamo, distinguidas como Destacadas, tuvo en cuenta el positivo impacto de indicadores referidos a la aplicación de proyectos de investigaciones, el reordenamiento de la actividad científica, el acceso a premios por resultados de relevancia y el funcionamiento de los Polos científicos territoriales, como anunciara esta semana el Máster en ciencia, Armando Rodríguez Batista, directivo del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
La Habana cuenta con un total de 126 (57,2%) entidades de Ciencia, Tecnología e Innovación, de las 220 de la nación caribeña registradas por el CITMA.

No se equivocan quienes definen al territorio como plaza mayor en estas lides, y es que sobresale, además, por el elevado potencial científico , todo lo cual está en función de concretar las líneas priorizadas, como producción de alimentos y también de materiales; el desarrollo energético, el ahorro, los temas de sociedad, el transporte y la vialidad, tecnologías de la construcción y la gestión ambiental, esta última de suma importancia por los problemas acumulados que debe enfrentar la capital del país, al decir de la Doctora Adela Haber Vega, delegada del CITMA en la provincia.
Tras recordar la existencia de una Estrategia Provincial de Ciencia, Tecnología e Innovación para el período 2017-2020 enunció resultados puntuales, por ejemplo, la implementación de un proceso de planificación-gestión estratégica para la construcción colectiva de la sostenibilidad alimentaria a nivel local en municipios, y el perfeccionamiento del manejo de plagas en los cultivos de tomate, pimiento, pepino y melón con la tecnología de cultivos protegidos.
Además, el mejoramiento y conservación de los genofondos porcinos en Cuba, el rescate y estudio de especies de pastos y forrajes para su multiplicación y generalización en la producción agropecuaria sostenible, así como el impacto de inoculantes microbianos en la productividad y tolerancia al estrés ambiental de cereales y leguminosas.
Hizo referencia a la producción de materiales y tecnologías de construcción y mantenimiento de las obras, y la contribución al diseño y revisión de estructuras especiales frente a la acción del viento, con la construcción de 15 parques de paneles fotovoltaicos que representan 35 MW de energía en el país.
En el caso del sector de la Salud Haber Vega destacó aportes como la ganancia funcional en los adultos mayores con trastornos en la movilidad, el equilibrio y las caídas, entre otros proyectos, mientras que en materia de desarrollo energético sobre bases de eficiencia, ahorro y empleo de fuentes de energía renovables, sobresalieron los combustibles alternativos de segunda y tercera generación para motores de combustión interna y la formulación y evaluación de emulsiones con residuales industriales.
Destacó el ordenamiento ambiental para la cuenca del río Guanabo, las colecciones zoológicas, su conservación y manejo, así como la gestión de productos químicos ociosos y caducados de manera segura. Otros resultados recaen en el trabajo a favor del reordenamiento de la red de rutas del servicio urbano de pasajeros en La Habana, la contribución al desarrollo de materiales y métodos para el dimensionamiento de pavimentos y explanaciones viales en Cuba y un proyecto de agricultura familiar en el municipio de Cotorro.
La celebración del 15 de enero se instituyó en 1990, tres décadas después de que el Comandante en Jefe Fidel Castro esbozara las bases de la política de formación humana y desarrollo profesional-científico del país.
Arribar a la fecha, más allá de las alegrías, supone seguir velando porque la ciencia no marche sola, ni sea privativa del lugar donde nace un nuevo aporte, sino que sus resultados encuentren espejo en todos los sectores de la economía y la sociedad, se generalicen e impacten en la cotidianidad de las personas.

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