Cada octubre se viste de gala para agasajar el talento innovador en el país. La Habana, como plaza mayor en la aplicación de la ciencia y la técnica, pondera el reconocimiento de cada hombre y mujer que durante 2024 y lo que va de 2025 sobresale por acompañar el desarrollo de la economía y la sociedad.

Desde el primero de octubre y hasta el próximo 31, la ciudad capital -como en Cuba toda- inició un proceso de estímulos que abarca desde el nivel de colectivo.

El reconocimiento de la ANIR y la sociedad toda, llega cada octubre a los más de 16 000 innovadores habaneros. Foto: Cortesía de la ANIR

Casi 60 miembros de la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores (ANIR) en La Habana fueron distinguidos como Talentos de Oro Tres Estrellas, instaurado para coronar a aquellos autores de soluciones de relevancia a nivel de la ciudad e incluso del país. Los sectores más representados son la Alimentaria, Civiles de la Defensa, Comunicaciones, Transporte e Industrias.

Entre los talentos dorados figura el máster en eficiencia energética, Ernesto Valdés Abreu, quien llegó en 2021 a la Empresa Productora de Alimentos Prodal, enclavada en el municipio de Regla.

Innovadores de la empresa Prodal, un equipo para respetar. Foto: Ramón Lantigua

Traía consigo un amplio historial como anirista en activo desde 1980. Sus trabajos tienen siempre la premisa del cuidado al medio ambiente.

El más reciente aporte es haber creado un programa para medir, a nivel molecular, la eficiencia del combustible en las calderas.

"Ello posibilita al operario regular los parámetros con la mayor exactitud posible", dice, tras comentar detalles de otros proyectos que mejoran lo que otros dan por hecho.

El secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en La Habana, Alfredo Vázquez, fue enfático al decirle a los homenajeados que no hay frente más importante contra el bloqueo, que lo que están haciendo hoy los aniristas habaneros.

Otros momentos a nivel de colectivo se han organizado para que el reconocimiento llegue a los más de 16,000 integrantes de la asociación, sin faltar encuentros intergeneracionales, recorridos por centros de labor, exposiciones de las mujeres creadoras y otras donde se muestran los trabajos de generalización.

Como parte de las actividades también llegó el respeto de la ANIR y de la sociedad en su conjunto, a los habaneros que alcanzaron el Premio al Innovador de Mayor Impacto Económico y/o Social y a quienes se desempeñan como inspectores, figura imprescindible para hacer valer el cumplimiento de la Ley 38 y demás aspectos, con miras el adecuado funcionamiento del movimiento anirista. Próximamente se entregará el sello 8 de octubre -es el máximo reconocimiento- que resume la trayectoria de años, individual y colectiva. Lo recibirán 61 aniristas y 36 colectivos.

La presidenta provincial del buró de la ANIR en La Habana, Ailyn Díaz, destaca el impacto económico de las soluciones. Foto: Lissette Martín

Ailyn de la Caridad Díaz Valladares suma poco tiempo guiando los destinos de la ANIR en la capital. Quizás a eso le atribuye su nerviosismo siempre que es abordada por la prensa; sin embargo, es segura y convincente cuando habla del protagonismo y la confianza en los suyos.

"Estoy muy complacida de nuestros innovadores", advierte, y acto seguido halla el pie para resaltar la la vitalidad de esa fuerza capaz de contrarrestar asuntos tan esenciales como la obsolescencia de piezas y equipamientos.

Y a la cual se le debe hallar novedosas soluciones para suplir medios de importación y concretar avances entre industrias y con alcance hacia sectores estratégicos como Salud y Educación, abanderados por la ciencia y la técnica.

Mencionó el aprovechamiento de residuales de la fabricación de tuberías plásticas para crear piezas y accesorios de equipos médicos, así como medios de enseñanza para los niños de la casita infantil de la empresa Hidroplast.

Es un ejemplo de economía circular por reutilizar las tuberías no conformes del proceso productivo lisas y corrugadas, sacos de naylon de materia prima y tiras plásticas.

A juicio de Díaz Valladares, a la par de seguir estimulando el talento y creatividad de los asociados, es un reto preparar y capacitar a quienes dirigen en los municipios, donde más del 50% son jóvenes.

Y en virtud de la buena salud de la asociación, así definió lo más inmediato:

"Seguir sumando juventud constituye hoy una prioridad. La mayoría de nuestros asociados acumula tiempo y experiencia y durante años han dado lo mejor de sí para sortear las carencias que de una forma u otra afectan a todos los sectores, agravado por el impacto del bloqueo.

"Por eso, bien pudieran ser el espejo para estimular a las nuevas generaciones que ingresan a la vida laboral, pero que en no pocos casos fluctúan hacia las nuevas formas de gestión económica", indicó.

La ANIR cumple una función crucial en el ecosistema de ciencia e innovación de Cuba, canalizando las ideas y soluciones de los trabajadores para el desarrollo económico y tecnológico del país desde hace casi cinco décadas.

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