Pese a su corta edad, conocen de hortalizas, cuáles se obtienen en las diferentes épocas del año, posturas, polinización, propiedades de las frutas y beneficios de su consumo. Son estudiantes de la escuela primaria Comandante Pinares, de Campo Florido, en La Habana del Este, que participan en el proyecto Alimentación sana, una iniciativa que conducida por docentes y guía agrícola y asociada a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) promueve formas adecuadas de alimentarse y valores.
Estas niñas y niños que participan también en el proyecto Mi huerto escolar, junto a otros de centros educativos cercanos, se sumaron en el parque de Campo Florido al segundo mercado de la tierra que desarrolla el proyecto Apoyo a la soberanía alimentaria y desarrollo local en el municipio La Habana del Este a través del fomento de sistemas agroforestales resiliente, esta vez a propósito del Día Internacional de las Mujeres Rurales, el 15 de octubre, y el Día Mundial de la Alimentación, el 16 de octubre.
La feria convoca a cooperativas, productores, escuelas, autoridades, organizaciones y artistas locales para el intercambio de experiencia entre productores, principalmente del municipio y el acercamiento a la población a las producciones agrícolas del territorio, a precios atractivos, explicó Giselle Chong, coordinadora del proyecto.
Tantos a favor

Esta vez, el parque de Campo Florido se llenó de niñas, niños y adolescentes, acompañados por sus profes. Trajeron sus maquetas, carteles, algunos platos elaborados con productos de la tierra, bailes, disfraces y también sus respuestas a las preguntas incluidas en los juegos de participación, todas sobre temáticas afines.
Expusieron sobre cómo se elaboran ciertos alimentos, las bondades de las frutas, las iniciativas de sus escuelas, sus frutas preferidas, incluso, algunos detalles que han aprendido de las meliponas, las abejas de la tierra, y su rol en la polinización.
Sus profes, que los enseñan no solo de letras y números, sino también de conductas y la necesidad de aprender, valoraron positivamente la realización de esta iniciativa.
Sergio Escalona Vargas, maestro de la escuela primaria Vitalio Acuña, de Campo Florido, consideró que “estas actividades son importantes, porque ayudan a desarrollar conocimiento en nuestros niños acerca de una correcta alimentación, las vitaminas que contienen las frutas y los vegetales, cómo tener una comida balanceada”.
Según abundó, estos temas se trabajan fundamentalmente en la asignatura de educación laboral y “sobre todo ahora que estamos en la unidad de cocina”. Lo que aprenden, ellos lo transmiten a su familia y además, influye en la formación vocacional y profesional, quizá hasta llegar a ser nuestros futuros chef o tener sus propios emprendimientos, destacó.
También de la Vitalio Acuña, la maestra Eliany Aldana Núñez, con 28 años de experiencia, valoró como “importante que los niños participen en actividades como estas, porque es necesario que aprendan que debe aprovecharse cada pedacito de tierra, que deben alimentarse adecuadamente, evitar la comida chatarra y cuánto las frutas y vegetales contribuyen a la salud y al crecimiento del organismo humano”.
Que esta feria se realice en Campo Florido es muy conveniente, “porque a pesar de que vivimos en el campo, no tenemos mucha venta de las cosas que se han vendido aquí y el precio también es bueno y módico, al que todo el mundo tiene acceso”.
Por la escuela secundaria básica Rafaela Pérez Galán acompañó a los estudiantes el profesor Yenier Menéndez, para quien “la actividad es muy constructiva para la comunidad y sobre todo, para los estudiantes, debido a la importancia que tiene la alimentación sana, de manera que crezcan con el conocimiento de su relevancia”.
Marina Echave Ruiz, responsable de proyectos de cooperación de la organización no gubernamental española Justicia Alimentaria, destacó la gran participación de los niños y adolescentes en la segunda feria que se realiza como parte del proyecto. “La infancia y los jóvenes son un grupo poblacional clave para transmitirles prácticas alimentarias saludables, sostenibles, conectarles a la tierra, que conozcan que en su municipio se cultivan muchos alimentos y educarles en no ceder hacia el consumo de alimentos ultra procesados, sino naturales de la tierra, cultivados y cocinados en la casa”.
A su vez, se refirió a las iniciativas en las que participan niñas y niños en la escuela Comandante Pinares. ”Es un proyecto muy valioso para que ellos conozcan qué frutas y verduras se cultivan, en qué periodo del año y al ser ellos mismos quienes los cultiven, sean conscientes del trabajo que cuesta y del que pasan para cultivarlos sus familiares que son campesinos para que tengan los alimentos en el plato. Al final, los jóvenes van a ser el futuro de Cuba y si no están sensibilizadas y concienciados en este sentido, el futuro no va a ser muy esperanzador a nivel de salud”.
Una iniciativa para ayudar a crecer

El proyecto, que comenzó en junio de 2024 y con cierre en junio de 2026, es ejecutado por la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) acompañada por la organización no gubernamental española Justicia Alimentaria como contraparte extranjera y financiada por la Generalitat Valenciana. Su objetivo fundamental es contribuir a garantizar el derecho a la alimentación, promoviendo la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (SSAN) y el desarrollo local resiliente, con un enfoque inclusivo y de sostenibilidad ambiental en la provincia de La Habana.
Enfocado en escenarios productivos de los Consejos Populares Guanabo y Campo Florido, el proyecto apuesta por contribuir al desarrollo de sistemas alimentarios locales, mejorando la productividad, la gestión ambiental y forestal antes los efectos del cambio climático, facilitando la participación de las mujeres, a partir de incrementar el acceso a los recursos y el empoderamiento económico en escenarios productivos del este de La Habana, entre estos, la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Juan Manuel Márquez.
Según recuerda Pedro Fernández, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Juan Manuel Márquez, de La Habana del Este, en la primera feria pasamos mucho trabajo, por los problemas que hoy están aconteciendo en el país, que generan cierta apatía y que en algún momento debe cambiar, pero que al final salió y cumplió su objetivo.
"Esta segunda, fue muchísima mejor y estoy convencido que la tercera nos va a quedar muchísimo mejor", opinó Fernández.
Al respecto, enfatizó que "hubo apoyo de todos los factores, de todas las escuelas, cada una vino con una iniciativa y esto enriqueció muchísimo la actividad. El tercer mercado de la tierra tendrá una participación popular más amplia y con todos los actores, pues cada vez más personas se van enamorando y sumando a la actividad y nos está quedando cada vez mejor, cumpliendo las expectativas previstas para la ferias por el proyecto".




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