Y volvimos a la Plaza de la Revolución José Martí como cada vez que se nos convoca, tan bella como patriótica, antigua Plaza Cívica hasta 1961, sitio de singular valor histórico por haber sido escenario de muchos de los principales actos y acontecimientos de la Revolución, donde alcanzó su fama internacional.
Es una plaza pública ubicada en La Habana, Cuba, y se considera una de las más grandes del mundo con 72 000 metros cuadrados, alberga el Memorial a José Martí, Héroe Nacional de Cuba.
El Monumento fue esculpido por el artista Juan José de Sicre.
La estatua fue colocada en el lugar en 1958; la conforman 52 bloques de mármol y alcanza una altura de 18 metros. Se puede utilizar un elevador para llegar a su cima y observar bellas vistas de La Habana, o la escalera con 567 peldaños. Además, está rodeada de seis pilares que representan las antiguas provincias que tenía el territorio nacional.
Frente a la gran explanada se pueden admirar dos grandes imágenes: una del Che Guevara, inspirada en la famosa fotografía de artista Alberto Korda, y la otra de Camilo Cienfuegos; ambas confeccionadas con un relieve escultórico con las mismas especificaciones técnicas, obra de Enrique Ávila. Las imágenes de nuestros héroes se mantienen iluminando la Plaza señalando siempre el camino.
En el interior del Monumento nos encontramos con 70 pensamientos martianos grabados con letras de oro, distribuidos en cinco salones en los que se realizan actos, talleres y exposiciones.
En el piso están reflejadas las distancias que existen entre el Monumento y las capitales de 43 países y ochos lugares de nuestra geografía nacional.
Siempre volvemos a nuestra insigne y heroica Plaza, donde se respiran aires de conquistas, mostrándolas a todos los amigos que nos visitan.
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