En el ámbito de la agricultura, como en toda la gestión de gobierno basada en ciencia e innovación, se llama a llevar los resultados de la investigación científica al campo, toda vez que la alimentación constituye una de las prioridades de la nación.
En coherencia con esos argumentos, el proyecto Impulsar la transición ecológica en La Habana, para garantizar la seguridad alimentaria, la sostenibilidad de las formas de vida y la diversidad de ecosistemas, que se desarrolla en el municipio de Guanabacoa, acudió a una práctica que responde a la idiosincrasia campesina.
Como vista hace fe, productores guanabacoenses de unidades beneficiadas por el proyecto, donde se trabaja
por implementar los sistemas silvopastoriles, visitaron los campos del Instituto de Ciencia Animal (ICA),
fundado en 1965 y dedicado a la investigación relacionada con la nutrición animal, donde crecen variedades
de plantas empleadas para la alimentación animal para el estudio.
El proyecto, que ejecuta la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) con la colaboración de las organizaciones españolas Movimiento por la Paz (MPDL) y Justicia Alimentaria (JA) y financiamiento de la Generalitat Valenciana, se propone restaurar el ecosistema e incrementar la biodiversidad mediante la
transformación agroecológica de fincas.
Como parte de la iniciativa se desarrolla un programa de capacitación para la transformación de fincas a
través de la ciencia.
AULA EN EL SURCO
El objetivo de la participación del ICA en el proyecto es mejorar el ecosistema ganadero de los escenarios
seleccionados, mediante la innovación y la transferencia de tecnología, que fomenten la biodiversidad en las
fincas, el autoabastecimiento en la producción de alimento animal y fertilizantes.
Según explicaron los especialistas del ICA, hasta los años 90 del siglo pasado, en las áreas demostrativas se
trabajó el pastoreo con piensos, cuando estos comenzaron a escasear, pasaron a estudiar las leguminosas
arbustivas como la leucaena, y las rastreras, con mezclas de suplementos, y sus impactos en la alimentación
de diferentes razas de vacunos, con resultados satisfactorios.
En el intercambio les explicaron algunos de los parámetros que emplean, por ejemplo, nunca más de tres
animales por hectárea, para conservar el sistema silvopastoril, así como los beneficios de la leucaena: es una planta proteica, sirve de árbol y da sombra, aporta nitrógeno al suelo y favorece el pastoreo.
Desde hace tres años, mediante un proyecto financiado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio
Ambiente (CITMA), sumaron a los experimentos otra arbustiva, la tithonia diversifolia, que contiene 24 por
ciento de proteína, de las que se estudiaron 40 variedades, para determinar la más eficaz y tolerante para el pastoreo, con buenos resultados en vacas lecheras y en machos, en estos últimos con una satisfactoria ganancia de peso por día.

A partir de esos resultados, comenzaron un nuevo ciclo, esta vez con búfalos, como parte de un nuevo
proyecto, con silvopastoreo con leucaena, para sombra, sin pienso.
En pleno campo, ante un auditorio de beneficiarios del proyecto, se habló de manejo, de podas cada dos
años, de rotación del ganado, sobre la necesidad de sierras para mantener el sistema silvopastoril, para no
perderlo, como a veces sucede en el país, así como del amargor que puede tener la tithonia en una época del año, por lo cual los animales no la consumen.
Al respecto, los especialistas alertaron que en el país se han hecho pruebas de palatabilidad y existen algunas especies de esa arbustiva que el ganado no consume, mientras otras gustaban más y eran mejores
para el pasto y el pastoreo, lo que lleva a un proceso de adaptar a los animales para su aceptación.
El empleo de estos alimentos reduce los costos de importación y, una vez establecidos, representan una garantía para la alimentación animal, cuyo déficit constituye una causa de muerte y de baja eficiencia.
Entre las ventajas del sistema silvopastoril, los especialistas mencionaron la sombra, que permite filtrar el
sol hacia las plantas de abajo, que da más clorofila para captar mejor la luz, lo que redunda en mejor calidad proteica que bajo el sol. A su vez, se autofertiliza el suelo, pues la microflora degrada la hojarasca que cae, nutriéndolo.
En visita a una vaquería, su administrador Guillermo Hernández Martínez, explicó acerca del uso del pasto CT-115, creado en el ica, y la tecnología asociada, así como del empleo de la vinaza de la fábrica de
ron de San José.
¿PARA QUÉ?
Todas esas explicaciones tal vez sin sentido para los simples mortales, son como un libro abierto de cara a
los productores de ganado, que pueden adaptar y aplicar esos conocimientos, ya certificados por la ciencia
cubana, sin tener que perder tiempo y recursos, tan escasos.
De acuerdo con Vivian Leyva González, vicepresidenta de la ACPA en La Habana y directora del proyecto
Transición agroecológica (nombre corto), la visita al ICA tuvo como principal motivación aprender, de
manera que puedan aplicarse los resultados de la ciencia en materia de alimentación animal y nutrición. Los
productores del proyecto no solo fueron a aprender, también compartieron sus inquietudes y experiencias.
SISTEMA SILVOPASTORIL Es la práctica de la integración de árboles, forraje y el pastoreo de animales domesticados de una manera mutuamente beneficiosa, utiliza los principios del pastoreo gestionado y es una de las tantas formas de agroforestería. |
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