Hoy hablaremos de los muros que rodeaban a la Villa de San Cristóbal de La Habana que dada su ubicación geográfica privilegiada, se convirtió en punto de encuentro de las naves que transportaban a España las riquezas del nuevo mundo, al percatarse los conquistadores de las riquezas que podían encontrar en ella, y al ser constantes ataques de corsarios y piratas, el gobierno español decretó la fortificación de la Villa, a la par comenzó la construcción de un sistema de fuertes o castillos para defenderla, se edificaron los castillos de San Salvador de La Punta, Los tres reyes del Morro, La Chorrera y otros que se conservan en nuestros días y para una mayor protección en 1671, se comenzó la construcción de la esperada obra que concluyó en 1740, la Muralla de La Habana, la cual rodeaba las viviendas de la escasa población existente en la época.

Estos muros contaban de nueve puertas, la de La Punta, Muralla, Colón, Monserrate, Luz, San José, Jesú
s María, Arsenal, y la de La Tenaza, que se abrían o cerraban a un determinado horario, el de cierre quedó como tradicion de la ciudad, se realiza a las 9:00 en punto de la noche y a la par tiene lugar una ceremonia al estilo colonial donde se dispara un cañonazo lo que constituye gran atractivo para citadinos y visitantes.
Su vida útil se limitó a 123 años, pues ya en 1863 comenzó su demolición al ser incapaz de frenar la expansión de las construcciones más allá de sus muros, el llamado espacio extramuros se fue urbanizando y poblando a un ritmo vertiginoso, llegando incluso a superar las edificaciones contenidas en el recinto amurallado.
En nuestro días se conservan algunos fragmentos de muralla como patrimonio de la época colonial y resultan de atractivo para todos los visitantes.




Otras informaciones: