Compartir conocimientos, intercambiar, aprender, repensar y proponer para hacer realidad la frase "la semilla es lo primero", se propuso el taller Buenas prácticas en la producción y conservación de semillas, que sesionó en el Instituto de Investigaciones Fundamentales en Agricultura Tropical Alejandro de Humboldt (INIFAT), en el municipio de Boyeros.

Organizado por el proyecto Autoabastecimiento alimentario y desarrollo de iniciativas económicas sostenibles en La Habana (HAB.AMA) y el INIFAT, representante de la cadena de valor de las hortalizas en HAB.AMA, el encuentro tuvo como objetivo contribuir a la formación de capacidades locales de productores, prestadores de servicios y comercializadores vinculados al proyecto.

Foto: Raquel Sierra

Con la participación de los beneficiarios directos, representantes de diferentes entidades municipales, nacionales y organizaciones de la sociedad civil vinculadas a la producción agrícola, el espacio facilitado por Yaisely Hernández Fernández, investigadora del INIFAT, propició la reflexión e intercambio entre agricultores, docentes, decisores y otros actores comprometidos con el desarrollo sostenible y la soberanía y seguridad alimentarias, a partir de las conferencias y charlas impartidas por expertos del INIFAT.

Según destacó Carlos Lopetegui, director de HAB.AMA, además de analizar la situación actual, caracterizada por limitaciones de materiales de propagación, simientes e insumos para producirlos, el taller se concibió con un enfoque propositivo y estratégico sobre cómo se va a proceder con las semillas.

"Esta fue una de las tres temáticas fundamentales objeto de discusión por la necesidad que tiene el país en el balance provincial del sistema de la agricultura correspondiente a 2023", enfatizó.

Foto: Raquel Sierra

El proyecto HAB.AMA, dijo, está interviniendo en tres fincas: una, en la Empresa Agropecuaria Metropolitana; en Arroyo Naranjo, con un productor de semilla agámica; y en la Unidad Empresarial de Base Primero de Mayo, en el Cotorro, pero, "teniendo en cuenta la necesidad que tiene el país y La Habana y que productores de HAB.AMA van a ser beneficiados con sistemas de riego -uno de los componentes para la producción de semillas certificadas-, tenemos que buscar el mecanismo para extender a otras fincas y municipios de modo que todos tengan, al menos, una finca de semillas, y que pudieran incorporarse algunos de los que van a recibir equipos de riego".

El programa incluyó las temáticas Producción de semilla. Contexto cubano actual, a cargo del investigador José Fresneda Buides; Buenas practicas durante la propagación de frutales, por Guillermo Garlobo Almenares, director del INIFAT; Factores claves para la producción de semillas en escenarios urbanos, por José Francisco Gil Vidal y Reinier Pérez Coipel; Control de la calidad durante la conservación de semilla. Principales plagas de almacén, de José Rubén Sánchez Curriel, y Bases para la creación de Bancos Locales de Semillas, a cargo de Leixys Rodríguez.

Foto: Raquel Sierra

Saberes compartidos

El Dr. C. José A. Fresneda Buides, investigador del Departamento de Recursos Fitogenéticos y Semillas de INIFAT, disertó acerca de las realidades que rodean el mundo de las semillas: necesidad de mayor producción de alimentos en el país, obligación de expandir las fronteras agrícolas, desarrollo de nuevas tecnologías de producción, incremento de los problemas sanitarios.

Fresneda puntualizó que son diversos los factores que pueden afectar las semillas, entre ellos, la asociación de agentes fitopatógenos con la semillas que causan pérdidas directas de la población de plantas en el campo, disminución del rendimiento y la calidad de los productos, y que pueden conducir a pérdidas irreversibles de todo un sistema productivo.

A su vez, el investigador se refirió a aspectos como la germinación, los factores hereditarios, la morfología de las semillas, los patógenos, las técnicas de detección, los ajustes en las prácticas culturales para inhibir o reducir las afectaciones, la época óptima, los ciclos y tipos de siembra, polinización y aislamiento y cómo actuar para evitar las afectaciones por problemas a lo largo del proceso de producción, cosecha, secado y conservación.

José Ramón García Castillo, de la Delegación Provincial de la Agricultura en La Habana, calificó la situación de las simientes como un problema. Según comentó, su padre le decía que un productor que se respetara tenía que producir sus propias semillas, en alusión a aquellas posibles de obtener en Cuba. A su vez, se declaró defensor del concepto de que para lograrlas se necesitan fertilizantes, de lo contrario se repetirá el actual panorama, en el que semillas no certificadas no reúnen los requisitos de germinación esperados, por ejemplo.

Acerca de las plagas de almacén expuso el especialista J. Rubén Curriel, quien alertó sobre los principales factores a tener en cuenta en la conservación: humedad, temperatura, envase, entre otros, de manera que lo logrado en el largo proceso de producción no se pierda en esa etapa.

A la par de exponer acerca de las diversas temáticas, desde la teoría y ejemplos prácticos, ilustrados con imágenes de las realidades de los escenarios productivos cubanos, los ponentes respondieron a las interrogantes del auditorio, que mostró interés por cada una de las presentaciones.

En el intercambio, se analizaron las problemáticas relacionadas con la falta de insumos que demanda la producción de este tipo de rubro, de manera que su calidad garantice rendimientos posteriores, la obtención de semillas propias, la multiplicación y la necesidad de su certificación.

Foto: Raquel Sierra

De acuerdo con participantes, es cierto que los productores pueden obtener semillas -una práctica común en no pocos agricultores-, sin embargo, para lograr simientes de calidad se precisa tanto de conocimientos como de nutrientes hoy inexistentes y se deben tener en cuenta los marcos de siembra, en dependencia de si el cultivo es para consumir o para semilla.

Sobre diversas problemáticas se pronunciaron quienes desde diferentes escenarios productivos vivencian cada día las dificultades con las semillas. Entre ellos, del Cotorro, Miguel Jorge Téllez convocó a las empresas encargadas de los suministros agrícolas a buscar fórmulas comerciales que permitan a los productores acceder a ese tipo de insumos.

Por su parte, Alfonso Pérez Duquesne, productor de Arroyo Naranjo, reflexionó sobre la necesidad de una finca de simientes en ese municipio para la obtención de semilla popular.

También se llamó a apoyarse en los resultados de los institutos de investigación y de las prácticas de las casas de cultivo, acerca de la sanidad vegetal, las posibilidades que podría tener la ciudad para la exportación de frutas y la conveniencia de pensar en ello estratégicamente, como se lo propone HAB.AMA, para lograr la sostenibilidad, una vez concluido el proyecto, de forma tal que esos ingresos puedan servir para continuar el desarrollo de las cadenas de valor con las que trabaja esta iniciativa que cuenta con financiamiento de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS).

Como parte del encuentro, se realizó una miniferia de semillas, en la que los representantes de las fincas presentes pudieron acceder a semillas de varios cultivos aportadas por varios productores y del INIFAT, entre ellas, calabaza, gandul, pimiento, melón, acelga, berenjena, habichuelas, rábano rojo, tomate, repollo y quimbombó.

Foto: Raquel Sierra

En el taller, que se prevé tenga continuidad en los municipios donde se ejecuta HAB.AMA: La Habana del Este, Guanabacoa, Boyeros, Cotorro y Arroyo Naranjo, José Francisco Vidal, del INIFAT, lanzó una propuesta de crear un grupo para promover con fuerza el cultivo de hortalizas proteicas, como son habichuelas corta, habas lima, guisante de consumo tierno y habichuela china.

El director del INIFAT se refirió a diferentes métodos de propagación de frutales, los injertos, los viveros de frutales, tipos de sustrato y los cítricos, que demandan de material certificado como una vía para la contención de la enfermedad que ha puesto en jaque a los cultivos del mundo y a lo que no ha escapado Cuba. También se refirió a las características del aguacate, sus variedades y su comercio, así como las posibilidades de la Isla para insertarse en él, por las cualidades de las variedades que se cultivan en el país.

Al respecto, Garlobo Almenares consideró vital pensar en "la exportación, una de las tareas pendientes del proyecto, que ahora compra maquinarias y tractores y después, cómo lo mantenemos...tiene que producir para las personas, pero a la vez, destinar un por ciento para la exportación, para buscar sostenibilidad", apuntó.

Foto: Raquel Sierra

Al finalizar el taller, el director del proyecto expresó la aspiración de que en próximas campañas se logren producir semillas "y cuando vayamos a evaluarlas, las podamos certificar". "Si la semilla es lo fundamental para la producción de alimentos, requiere un paquete tecnológico, que permita combatir enfermedades que no se pueden controlar con medios biológicos y si producimos semillas con esas enfermedades, no son semillas", señaló.

Al respecto, dio a conocer que HAB.AMA contempla adquirir tecnología con el fin de fortalecer las capacidades de dos laboratorios para certificar producciones tanto de hortalizas como de frutas y producciones cárnicas, así como recursos para las fincas de semillas -secadores y clasificadores de semillas y medidores de humedad-, pues para que haya un producto de calidad para exportar, tiene que haber semillas de calidad".

Foto: Raquel Sierra

HAB.AMA

El proyecto: "Autoabastecimiento alimentario y desarrollo de iniciativas económicas sostenibles en La Habana (HAB.AMA)", tiene como objetivo incrementar la producción local y el acceso a alimentos sanos y diversificados, mediante la implementación de una estrategia económicamente sostenible y resiliente. En este sentido, fortalecer las capacidades sobre la base de una producción variada y con calidad, así como, la creación de nuevas oportunidades económicas, a través de la valorización de productos agroalimentarios, es primordial para dicha iniciativa.

En esta acción de colaboración se implementa bajo el liderazgo del Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical (IIFT) de conjunto con la participación de entidades nacionales como el Ministerio de la Agricultura (MINAG), el Grupo Empresarial Agrícola (GAG) y el Instituto de Investigaciones para la Industria Alimentaria (IIIA); todo ello en estrecha relación y acompañamiento técnico de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS).

Foto: Raquel Sierra

El taller se realizó en sinergia con los proyectos: Modelos pilotos, horizontales y sostenibles, de gestión del conocimiento y transferencia de tecnología en agroecología (MAS) y Mejoramiento de la resiliencia y adaptación al cambio climático en Guantánamo, Cuba (componente 3), que ejecuta el INIFAT.