Amanece un nuevo día en la otrora Villa San Cristobal de La Habana, y un sol diferente se muestra majestuoso, como cada 28 de enero. Fue en esta fecha cuando nació aquel quien sería para siempre la pleyade que guía el camino no solo de Cuba y Latinoamérica, sino de todos los justos; aquel que, bautizado en la Iglesia del Santo Ángel, misma en que fuera bautizado el presbítero Félix Varela  -quien nos enseñó en el pensar-, unió en su peregrinaje independentista a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.

Y con ese principio de unidad presente, comienza esta jornada de trabajos voluntarios en la capital, convocando a toda la gente que suma a seguir trabajando, como expresa nuestro pueblo deseoso de lo correcto, bello y noble cada vez que toman machete, guataca y escoba en mano para hacer desaparecer todo lo que afea nuestra capital: "Por mi Habana limpia".

Foto: Bernardo Enrique Musibay Hernández

El Hospital Dermatológico "El Rincón" del Municipio Boyeros, fue uno de los grandes protagonistas. Aquí ocurre este fin de semana otro de los grandiosos, por la nobleza de las acciones, Campamentos agrícolas de la juventud que comenzara en Guanabacoa desde el mes pasado, hoy se inaugura en el municipio Boyeros. "Si el hombre sirve, la tierra sirve" dijo Martí, y estos jóvenes habaneros demuestran su utilidad con el trabajo sincero de limpieza de la tierra y su producción, creando conciencia. Sienta la tierra que hombres y mujeres la trabajan y cuidan, y florecen más bellos los rosales y girasoles, las frutas y verduras adquieren un sabor y presencia distintos.

"Sigan trabajando amigos que estamos en Congreso" expresaba un estudiante, y todos lo siguieron, pues los jóvenes de La Habana y de Cuba, ¿quién no lo sabe?, celebran en estos días su duodécimo congreso de la organización vanguardia, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). "No paren, hoy es día especial y hay que seguir", decía otra persona haciendo dulce recordatorio no solo del natalicio 171 del apóstol y Héroe Nnacional José Martí, sino de los 35 años del Movimiento Juvenil Martiano (MJM) que hoy también se celebran, organización que desde sus inicios ha promocionado e incentivado el estudio por la vida y obra del Aapóstol.

Foto: Bernardo Enrique Musibay Hernández

Hubo un breve descanso, se esperaba una visita especial, ¿de quién? se sabría después, el motivo era la inauguración de los Campamentos Agrícolas en este territorio. Para ello se prepararon ligeros pero intensos, como las llamas de las antorchas alzadas en el día de ayer, por la tradicional Marcha de las Antorchas, módulos musicales y deportivos, claves de toda cultura. ¡Sucedió!, la visita llegó, era Luis Antonio Torres Iribar, Primer Secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en La Habana, recibido con cariño por los trabajadores del hospital y los jóvenes que desde temprano aquí laboran, encabezados por su Primer Secretario de la UJC de la capital: Raúl Alejandro Palmero Fernández.

Helen Ramírez, Secretaria de la UJC en el municipio explicó al Primer Secretario del PCC de La Habana los trabajos que allí se realizan y el por qué. Además, anunció el nombre del Campamento Agrícola que aquí se inaugura: "Abdala", en honor al natalicio de José Martí.

Lui Antonio Torres Iribar recordaba lo extraordinario de la Marcha de las Antorchas del día de ayer, cómo se enalteció a Martí, el aniversario de la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y el natalicio del apóstol: "Estos Campamentos tienen que ser de luz, de amor, de unidad" expresó entre anécdotas juveniles y mensajes de ánimo, palabras como de padre amoroso y recordando: "Estas nuevas medidas aprobadas en la Asamblea Nacional, nos llevarán al camino hacia la prosperidad". Y así puede ser, pues con lo nuevo viene la evolución y el desarrollo.

Foto: Bernardo Enrique Musibay Hernández

Y terminó la jornada con lo primero que hay que salvar: la cultura. Parte del equipo de Taekwondo de Boyeros, los Escorpiones Blancos de "El Rincón" hicieron con garbo natural una excelente demostración.
Los versos de José Martí eran también declamados.

Y, ¿acaso podía acabar mejor? Raúl Torres estaba en el público, tomó su guitarra cual espada que se alza para acabar con lo malo, e hizo a todos cantar: "(...) Hombre, aprendimos a saberte eterno, así como lo fue Jesús Cristo(...)", ¡era "Cabalgando con Fidel"! La tierra hoy fue más hermosa, porque fue trabajada y limpiada, porque hubo música y amores, abrazos y sonrisas. Solo se pudo concluir, en resumen, una cosa: Martí y Fidel están vivos.

Foto: Bernardo Enrique Musibay Hernández
Foto: Bernardo Enrique Musibay Hernández

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