Un matutino especial tuvo lugar en la mañana de este viernes en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) para dejar constancia del apoyo de dicha institución científica a la lucha que lleva a cabo el pueblo Palestino contra la ocupación israelí y también con motivo, este 20 de octubre, del Día de la Cultura Nacional, cuando en 1868, en la ciudad de Bayamo, se entonó por primera vez las notas de nuestros himno nacional, compuesto por Perucho Figueredo.
Hoy, los trabajadores del centro levantan su voz en solidaridad con el pueblo de Palestina que sufre la mayor masacre de su historia con la muerte de miles de civiles inocentes.
Desde este escenario pedimos el cese de los bombardeos indiscriminados contra la población en Gaza y que se permita la entrada de servicios vitales como el agua y los alimentos.
Fidel, nuestro líder histórico expresó y citó: "Cese la filosofía del despojo y cesará la filosofía de la guerra". Más que nunca está en riesgo la supervivencia de la especie humana, pero no podemos permitir que siga en juego la paz y la seguridad internacional.
Nuestro país defiende la Paz y los derechos de los seres humanos. No más guerras en el mundo, los pueblos tienen derecho a vivir con tranquilidad, seguridad, libertad e independencia.
Continuaremos abogando en cualquier espacio por la lucha del pueblo Palestino para liberarse del colonialismo, para alcanzar la verdadera independencia de sus territorios y resaltamos el coraje, la voluntad y firmeza de este pueblo.
Demandamos un cese inmediato al fuego, el fin de las violaciones de los derechos palestinos y abogamos por la verdadera Paz mundial.
La cultura hermana a los pueblos y es por ello que una pionera cubana envío una carta a los niños Palestinos.
Queridos niños palestinos:
Me llamo Anita y soy una niña cubana que los apoya y les mando un abrazo cargado de amor.
Debe ser muy triste estar herido en un hospital y que además de doler las heridas, también duela el corazón por no tener a su familia viva. Todos ustedes, niños y niñas de Palestina hoy sufren y son testigos de algo que ningún niño debe sufrir.
En mi país (Cuba) lo más importante son los niños y la Paz. Por eso me duele mucho ver las fotos y vídeos que demuestran la realidad que están viviendo.
Les cuento que en Cuba hay muchos jóvenes palestinos que se están formando como médicos para regresar junto a ustedes para curarlos y quererlos porque los niños merecemos siempre mucho amor, no odio, ni bombas, ni guerras.
Me ha dicho mi mamá que en todas partes del mundo existen personas buenas y malas. Israel tiene personas buenas y malas, y los malvados que los lastiman no conocen el poder del amor y la unidad.Muchos países del mundo apoyan la libertad del pueblo Palestino y creo que los países unidos podemos lograr que esto pare, porque niños como nosotros no merecemos la guerra por muy mal que nos portemos en la escuela y en la casa.
Yo como pionera cubana los apoyo y los ayudaremos en todo lo que podamos.
Les escribo esta carta con mi corazón lleno de amor y esperanza.
Ojalá pudiera abrazarlos a todos.
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