Las Jornadas por el Bienestar que se han desarrollado en varias naciones del mundo y también en Cuba, por su importancia han contado en la Isla con el auspicio de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades (PROSALUD) del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), la Representación de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), y el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), organismos con un destacado rol en el empeño de alcanzar el mayor bienestar posible para la población.
Ese objetivo sigue manteniendo vigencia y precisa de amplio accionar este año. En el 2022 se tuvo como epicentro de esa conmemoración, el aprovechar la oportunidad para abordar lo importante que resulta actuar en las comunidades, y contribuir de forma directa a prevenir enfermedades, epidemias y otros flagelos, fomentando ambientes más saludables en los barrios, aspectos que continúan promoviéndose por su trascendencia en la Salud humana.
Luego de transitar por las complejidades de la pandemia de Covid-19 y priorizar la protección del pueblo con vacunas y tratamientos, la nación caribeña (víctima además de un genocida bloqueo económico, comercial y financiero sin precedentes), mantiene a través de las autoridades sanitarias la vigilancia epidemiológica ante enfermedades oportunistas todavía presentes en el país y la región latinoamericana. Entre estas tenemos el dengue y otras de carácter respiratorio que en determinadas épocas del año se acrecientan, ante la aparición de mosquitos y altos niveles de humedad, especialmente en etapas de precipitaciones, y temperaturas elevadas.
Así mismo los ciudadanos, autoridades de Salud, Comunales, organismos y Consejos Populares de los territorios deben continuar atentos para tomar medidas apropiadas que coadyuven a evitar los criaderos de mosquitos que tanto daño ocasionan en las localidades y centros de trabajo.
De igual manera, hay que poner coto a la indisciplina social que todavía se palpa en puntos de la ciudad, generalmente alrededor de áreas verdes y parques con su ambientación de plantas y árboles que tributan a un mejor equilibrio del ecosistema, y no siempre son protegidas.
Por diversas razones, (algunas objetivas) en la ciudad se constata en estos días un incremento de microvertederos, algunos salideros y huecos en comunidades lo cual ante las precipitaciones acontecidas favorece la aparición de vectores, y conspira con la promoción de Salud que debe prevalecer en el entorno donde cohabitan las personas. Ello sigue siendo un tema de sistemática atención.
Resulta indispensable tener identificada cada una de las problemáticas en cada barrio y de forma mancomunada encontrar soluciones. Algunas comunidades de La Habana, (incluso clasificadas como vulnerables) muestran una adecuada armonía en su entorno por el trabajo en conjunto que han logrado, ello indica que cuando hay voluntad se avanza, aunque no quiere decir que alcanzaron la perfección a la que aspiran porque también existen insuficiencias y múltiples asuntos todavía por resolver, pero hay espíritu combativo, y de realizaciones conjuntas constructivas.
Hay comprensión sobre el amplio sentido del bienestar al cual se aspira y por el cual se trabaja para conquistar en una sociedad socialista como la cubana la mayor equidad y justicia social, posibles. Y aunque también existe conciencia sobre lo mucho que falta por obtener relacionado con la sostenibilidad alimentaria, la economía integral sustentable (que es primordial para seguir desarrollándonos en las muy difíciles condiciones del mundo actual), no puede cejarse en el empeño de actualizar y hacer avanzar cada vez más este modelo, a lo cubano, indispensable para llegar al bienestar que todos anhelan.
Y la participación popular es imprescindible en la conquista de este noble y humano propósito, el de prosperidad, con un entorno armónico para todos.