Amanece. La ciudad regala a habaneros y visitantes sus paisajes de espuma y sal, al pie de la bahía. Muros de piedra contrastan con modernas edificaciones. El Malecón habanero ofrece un inconfundible lienzo sin espacios en blanco.
En La Habana, los amaneceres son apacibles, pero la mañana de este sábado 27 de mayo fue diferente. Cientos de capitalinos de diversas generaciones protagonizaron una caravana como reclamo por el fin del genocida bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos contra Cuba, desde hace más de 60 años.
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