Como una muestra de verdadero amor puede ser calificado el nuevo Código de las Familias, que este domingo 25 de septiembre se somete a referendo popular para su aprobación. Se trata de un momento de especial significación para todos los cubanos y cubanas, pero en especial para los infantes, muchos de los cuales hoy se convirtieron en guardianes de las urnas, o lo que es igual, guardianes del amor, porque esa es la característica fundamental del Código.

Tal como aparece en la Constitución de la República, son pioneros, como la pequeña captada en la imagen, quienes desde hace años custodian las urnas en Cuba. Sus nombres pudiéramos resumirlos en apenas tres palabras: presente, futuro, amor.

Sí, porque ellos son el futuro que se gesta; el presente que comienza a andar, a tomar parte en las decisiones de la sociedad con acciones concretas como es su presencia este domingo en la custodia de las urnas, y de amor total, porque, tal como expresó Martí, ellos son los que saben querer. De ahí que no existan mejores guardianes para este referendo, que los niños y niñas, que este 25 de septiembre custodian esa obra de inmenso amor que es el nuevo Código de las Familias en Cuba.


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