"No sabía para lo que era, pero les dije que sí". Le habían preguntado si estaba dispuesta a cumplir una nueva misión. Ese día de 2019 le informaron a Ofelia Palacios Borroto que iba a ser ascendida al grado de coronel.

Había ingresado a la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en 1985.Por aquella época era una muchacha delgada de 19 años que comenzaba a trabajar en la estación de la PNR de Dragones y Zulueta del capitalino municipio de La Habana Vieja. Ahora es la Jefa de la Policía de la localidad.

Por el camino se desempeñó como oficial de captación, carpeta, investigadora y telefonista. Su entrega y ganas de superarse la llevaron desde muy joven a puestos de dirección. Su hoja de servicios es amplia: segunda jefa en el municipio de La Habana Vieja y en Plaza de la Revolución, jefa de estación en el Cerro y Diez de Octubre.

"Todo está en el empeño que pongas en proponerte cosas y sacar las tareas". Tiene claro que para una mujer "el reto de ser policía lleva una alta dosis de valentía".

¿Cómo es ser mujer, oficial de policía y jefa?

- Es complejo, pero a la vez, cuando tienes un propósito en la vida, no tienes miedo y eres dedicada en tu trabajo, las complejidades son menos. También tuve la suerte que empecé joven y me fui instruyendo con muy buenos jefes. Eso me ayudó mucho.

"No tengo horario de trabajo, llego a las 7 y media de la mañana y son las 9 de la noche y todavía estoy aquí. Vengo todos los días, a veces descuido a mi familia. Los policías tenemos que estar preparados para todo porque no sabemos qué vamos a enfrentar en un momento determinado. Pero si nosotros un buen día decidimos asumir esta tarea es porque estamos decididos a darlo todo por la Patria y estar al lado de la ciudadanía, que para eso se creó nuestra policía".

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