Tanto en La Habana como en el interior del país, muchos celebrarán la fecha en sus propias casas. Ahí no faltará la imagen y las 17 velas del venerado santo tan común en los hogares cubanos. La vigilia suele hacerse el 16 por la noche, para esperar el advenimiento del día sagrado.  

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

Hasta altas horas de la madrugada, rezos y plegarias al santo milagroso se escuchan constantemente. Es también el agradecimiento por su ayuda y su protección.

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

La Procesión al poblado de El Rincón, situado a unos 20 kilómetros de La Habana, es ya una tradición del pueblo. Allí está ubicada la pequeña iglesia de San Lázaro, junto al hospital dermatológico que tiempos atrás era un leprosorio atendido por monjas católicas. 

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

Al Rincón se va a pagar promesas, a orar por el bienestar y la ayuda del Santo, pero sobre todo por la salud de fieles, familiares y amigos. Los que pueden caminar grandes distancias, prefieren hacer todo el trayecto a pie.

Esta tarde y noche, la avenida Rancho Boyeros, y otras pequeñas arterias que comunican con el lugar, parecen un hervir con la devoción de los fieles. Algunos lo hacen callados y entre continuos rezos, otros en medio de la algarabía propia de la alegría de cumplir con su protector.

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

Él es también Babalu Aye, una deidad de origen Arará, incorporada a los cultos de la Santería y el Palo Monte y sincretizada con San Lázaro. Entre los que transitan alegres o silenciosos durante la procesión o cumpliendo múltiples penitencias es común que una buena parte sean creyentes de esas religiones de origen africano. 

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

La población realiza esta procesión al San Lázaro de las muletas y los dos perros, vestido con evidente pobreza y lleno de llagas, que los perros lamen para calmar el dolor, no al de la iglesia católica. Ese es el San Lázaro venerado por el pueblo de Cuba, aunque ambos se entremezclan como las creencias y la propia gente. 

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera

San Lázaro, siempre tendrá en los cubanos seguidores que le rendirán culto para enfrentar problemas y, hasta ha logrado, esa fe, traspasar fronteras y atrapar al que la haga propia. Sincretismo religioso que es pura cultura cubana. 

Foto: Jorge Luis Sánchez Rivera
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