Si de nombres singulares de barrios habaneros se trata, el de La Corbata no es segundo de nadie. Según cuenta la población allí residente, el nombre de este asentamiento poblacional, que ocupa un total de 15 hectáreas, se debe a un antiguo vecino, que siempre vistiendo muy elegante, acostumbraba ir a tomar a diferentes lugares de la playa.

Trabajos en el futuro Centro Cultural La Corbata. Foto: Oscar Alvarez Delgado

Dicen los vecinos más antiguos que al regreso, al parecer bajo los influjos del alcohol, solía pasarse de parada, hasta que un día, para evitarlo, se quitó la corbata y la colgó en un poste, a la entrada del barrio, jurando que más nunca se volvería a equivocar. Y al parecer, tan peculiar señalización, surtió efecto, porque según cuentan, el hombre nunca más volvió a pasarse de parada.

Según nos explicaron, después de eso los pobladores le decían al chofer de la ruta 86, que antes pasaba por allí y no tenía parada fija en ese sitio, que les dejasen en la corbata. Con el tiempo el nombre se fue generalizando, tomando nuevas dimensiones y convirtiéndose en punto de referencia para otras personas, hasta volverse, a fuerza de costumbre, en el nombre oficial de ese reparto habanero, sitio que por estos días se encuentra en plena transformación, como parte del proceso de intervención que se desarrolla en 65 barrios capitalinos.

La creación de un parque Wifi, el cual está en una zona arbolada, donde se puede apreciar un mural creado por Kcho, y una obra en forma de corazón, perteneciente al mismo autor, son algunos de los elementos que dan una nueva vida a este reparto, el cual cuenta con 532 viviendas, con la mayoría de ellas legalizadas, y donde, al momento de nuestra visita, solo quedaban pendientes de recibir la libreta de productos alimenticios, 22 núcleos.

Intenso fue el trabajo realizadoen el área destinada a la zona wifi en La Corbata. Foto: Oscar Alvarez Delgado

Pero sin lugar a dudas, la transformación más visible es la que se acomete en la entrada misma del barrio, en una antigua edificación, donde ahora se levanta el Centro Cultural La Corbata. Allí está planificado crear una sala de juegos con PC; sala de juegos Play Station; sala de realidad virtual; Cine 3D; Sala de simuladores; Aula Robótica; Área multifuncional; y servicios gastronómicos.

Área destinada a múltiples usos. Foto: Oscar Alvarez Delgado

A ello se suma la futura instalación de un biosaludable, un parque infantil, un área de mini fútbol, y otras dos zonas dedicadas a juegos: uno didáctico y otro de participación. Y como si todo ello fuera poco, el sitio va a contar con un área destinada a múltiples usos.

Pero en La Corbata no todo es renovación. Allí, en medio de las transformaciones que se realizan, se mantienen vivas las tradiciones culturales de un barrio donde la rumba está en la sangre misma de sus pobladores y de la cual los niños son dignos herederos.

La rumba se mantiene viva en los niños de La Corbata. Foto: Oscar Alvarez Delgado

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