La Habana tiene una larga y mítica historia, que siempre ha atraído la atención de habitantes y visitantes. Posee una diversidad morfológica, con edificaciones de enorme valor histórico y monumental, con un marcado eclecticismo y especial identidad.

Sin dudas, a un año y medio de estar afectados por la pandemia, como el resto del mundo, la ciudad no es la misma, su andar es más lento y triste. Detrás de esos rostros cubiertos por una inevitable mascarilla, algunos al descuido, hay diversas historias de sucesos inesperados que han cambiado la vida de todos.

A pesar de las circunstancias, La Habana y sus habitantes no detienen su andar cotidiano. En cada nuevo amanecer aún vibra la esperanza de lograr un futuro mejor, donde podamos disfrutar sus espacios, algunos todavía maltrechos, otros renovados, pero desandar la ciudad es uno de nuestros mayores anhelos.

Se ha visto frenada su restauración, por lo que el futuro de La Habana es motivo de preocupación. Es necesario cohesionar esfuerzos en aras de mantener y enriquecer esta valiosa ciudad. 

Independientemente de las dificultades, es voluntad política del Estado cubano recuperar la capital de todos los cubanos, esa que amamos y soñamos, por la que no podemos dejar de luchar, hasta lograr una ciudad equitativa, con viviendas y servicios que satisfagan las necesidades de todos.

Foto: Alejandro Basulto
Foto: Alejandro Basulto
Foto: Alejandro Basulto
Foto: Alejandro Basulto
Foto: Alejandro Basulto
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Foto: Alejandro Basulto
Foto: Alejandro Basulto
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Foto: Alejandro Basulto

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