Los centros culturales de Artex en La Habana se mueven, y no precisamente en la pista. La imposibilidad de recibir público ante la situación sanitaria impuesta como consecuencia de la COVID-19, no supone estar en pausa; muy por el contrario, se les siente activos en algo que mucho agradecerán sus clientes cuando la normalidad se instaure de nuevo.
Se trata de la reparación y mantenimiento de esos espacios -25 en total- para no solo embellecerlos, sino también solucionar cuestiones de índole constructivo que aseguren la misión de esta gerencia, animada por brindar un acogedor servicio a los clientes, tanto nacionales como foráneos, enalteciendo lo más auténtico y tradicional de las raíces musicales cubanas, y en lo cual confluyen la gastronomía y coctelería del patio.

La gerente de Imagen y Desarrollo de la mencionada sucursal, Nurys Sandra Mora Mestre, comentó a Tribuna de La Habana que en el proceso se incluyen inversiones como las de El Patio Amarillo, Bule Bar 66, Submarino Amarillo, La Brújula (dentro del Pabellón Cuba) e Isla Musical, otrora Rumba Palace, frente a la Isla del Coco.
Hay otro grupo de trabajo dedicado a la terminación de detalles pendientes en algunas inversiones, además de un equipo cuya encomienda es perfilar cuestiones referidas a mobiliario, carpintería, remodelación de escenarios y demás aspectos que buscan realzar la imagen de los locales, como es el caso del Gran Teatro de La Habana, Enguayabera, El Sauce, Barbaram, por citar algunos.

Al decir de Mora, es un programa muy abarcador, que permitirá enfrentar la apertura –hasta nuevo aviso-, en mejores condiciones, con mayor confort y calidad de las prestaciones, y que ello se revierta en la satisfacción de quienes los visiten.
“Se diseñó por etapas de trabajo, con una secuencia planificada desde el año 2020 y hasta 2025, a partir de los presupuestos aprobados, por ello hay sitios que se sometieron a una inversión y ya hoy reciben mantenimiento”, añadió la directiva, luego de significar que de una forma u otra en la totalidad de las instalaciones no han faltado labores, como mínimo, de electricidad, pintura, jardinería…
A partir de las utilidades y el presupuesto aprobado, los servicios se contratan a empresas estatales, cooperativas o trabajadores por cuenta propia. Cada proyección de mantenimiento o inversión se sustenta en el cumplimiento estricto del manual de identidad aprobado por la casa matriz de la empresa Artex, que define para cada unidad los patrones de colores, estructuras, diseños y demás particularidades.
Centros Culturales de Artex se distingue por sus aportes desde la promoción y comercialización de productos y servicios de la cultura cubana, al panorama artístico y económico nacional.
A juicio de Nurys Sandra Mora, “la actividad fundamental de nuestros servicios son las presentaciones artísticas, bajo el sello de defender nuestra identidad, valores, y lo mejor y más auténtico de nuestra cultura”.

Dada la imposibilidad de hacerlo en estos momentos, la misión ha sido acercar el servicio a la comunidad, tanto a los pobladores como a organismos que están en la primera línea de apoyo al enfrentamiento a la COVID-19.
“Hoy nuestros espacios se han convertido en puntos de venta; trabajan de lunes a domingo, siempre teniendo en cuenta la disponibilidad de recursos. Algunos se han trasladado a zonas en aislamiento donde se colocan carpas para brindar ofertas que los vecinos mucho agradecen”, afirma Mora.
Para ello son decisivas las alianzas con los Gobiernos municipales y el cumplimiento a indicaciones de los Grupos Temporales de Trabajo; igualmente no se hizo esperar la contribución al proceso de vacunación en la capital cubana, lo mismo con recursos, que con ceder predios de sus unidades y formar parte de la noble misión de salvar vidas.
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