Con motivo del 95 aniversario del nacimiento de Fidel Castro, la Oficina del Historiador de La Habana inauguró las tres primeras salas de la Casa Eusebio Leal Spengler, en la Amargura 65, entre San Ignacio y Mercaderes, en la Habana Vieja, donde tuvo su última oficina.

Foto: Julio Larramendi

Con la presencia de autoridades nacionales del PCC y el Gobierno, así como de los dirigentes de la capital de Cuba y los directivos de la Oficina del Historiador de La Habana, en el vestíbulo por donde cada día Eusebio Leal se encaminaba a su modesta oficina, fue muy emotivo escuchar a la biógrafa de Fidel, Katiusca Blanco, entrevistada por Magda Resick, hablar de su relación con el Líder Histórico de la revolución cubana y sobre la primera vez que aquel le habló de Leal, precisamente, en el primer encuentro que sostuvieron.

Posteriormente, visitamos la Sala de los Honores, donde Michael González recordó que allí esperaban los visitantes para ser recibidos por Leal. En el centro, rodeadas por una selección de las decenas de distinciones y diplomas que numerosos países le otorgaron, está la Medalla de Héroe del Trabajo de la República de Cuba.

Foto: Julio Larramendi

Una puerta nos dio acceso a su oficina, llena de recuerdos y símbolos: un Martí, una pequeña fotografía de Fidel, la gorra verde olivo que aquel le obsequió, su sillón favorito, la camisa gris que siempre vestía, el programa de proyectos de construcción donde, con su equipo, plasmaba los próximos sueños y la última carta firmada, apenas cuatro días antes de su deceso.

Foto: Julio Larramendi

Ya a nivel de la entrada al edificio, dos nuevas salas: la Sala ¨Para no olvidar¨, con la exposición transitoria ¨La llama del carisma¨, presentada por Argel Calcines, con imágenes que muestran la entrañable y respetuosa amistad que unía a Fidel y a Leal y, finalmente. La Sala Monográfica, donde se muestra el origen y transformación del edificio.

Foto: Julio Larramendi

Sin dudas, todo un regalo para cubanos y visitantes, allí en la Casa Eusebio Leal Spengler, descrita por el propio Historiador como su última morada, donde desarrolló, durante los años postreros de su vida, la inigualable obra de rescate del patrimonio cubano y la consagración infinita a su patria amada.

Foto: Julio Larramendi

(Con información del Facebook de Julio Larramendi)

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