Si algo caracteriza a los trabajadores de la Cervecera Guido Pérez, en el habanero municipio de Cotorro, es su sentido de pertenencia. Acostumbrados a enfrentar dificultades, buscan fórmulas para que su fábrica no se pare.
En medio de los desafíos que imponen la COVID-19 y el bloqueo, no quisieron pasar por alto el pasado 26 de Julio, Día de la Rebeldía Nacional, y redoblaron su quehacer con motivo de la efeméride. Siempre con la mirada puesta en el futuro, seguros de que vencerán cuanto desafío se les presente.
Para conocer un poco más sobre el accionar de esa industria, conversamos con su director, José Lorenzo Cabrera Silverio, quien nos refirió que en saludo a la importante efeméride “nuestra empresa, nuestros trabajadores, con el Sindicato y el Partido al frente en saludo al 26 de julio, han trabajado todos los días, de forma ininterrumpida, incluidos los fines de semana, y se ha hecho de forma voluntaria, con el sí de nuestros trabajadores, que le han puesto a Cuba el Corazón”.

Cabrera Silverio agrega, que esas producciones se han vendido a todas las provincias que atendemos. El destino que tienen es el pueblo, es el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN), y también los cuentapropistas, lo que es MERCABAR. Se le ha vendido a Artemisa, Mayabeque, Pinar del río, La Habana, y La isla de la Juventud”.
En un año complejo, con muchos problemas para la importación y los suministros, se impone saber ¿Cómo han podido sortear esas dificultades?
- Lo hemos conseguido, explica Cabrera Silverio, como dice Díaz-Canel, quitándole a los problemas todos los días un pedacito, y cómo dice nuestro ministro, “siempre alante y haciendo todos los días más. Teniendo presente siempre el lema que puso nuestro ministro, “vamos por más”, aunque no tengamos, pero vamos por más.
En la línea de envasado, ese lugar donde se puede apreciar lo hecho durante todo el proceso de producción, pudimos constatar la entrega de sus trabajadores, las “inventivas” para evitar que se formen cuellos de botellas durante el traslado de las cervezas. Durante un breve intercambio con María O. Córdova, jefa de brigada de la línea de embotellado, supimos que, en oportunidades, es el vacío el que frena la capacidad de envasado de la fábrica. No obstante, en la Guido Pérez están prestos a asumir cualquier desafío, pues para los hombres y mujeres de esa fábrica, como nos comentó O. Córdova, lo importante es producir para el pueblo.

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