Al paracer Elsa solo fue una amenaza para el municipio capitalino de Plaza de la Revolución, que el mediodía de este martes retorna a la normalidad, luego del paso de la tormenta tropical.
Por momentos, cae una lluvia ligera, y las personas que aguardan en las afueras de los mercados, se refugian en portales y parterrys.
Representantes del Gobierno local evaluaron las condiciones de las casas de 185 ciudadanos refugiados en ocho albergues, para proteger sus vidas.
Se trata de familias con dificultades en las cubiertas de sus viviendas, o que residen en zonas proclives a inundaciones.
Tamara Molina Rodríguez, presidenta de la Comisión Municipal de Evacuación, dijo que también habilitaron una Casa de Abuelos, hacia donde trasladaron a ancianos y núcleos vulnerables.

A todos se les garantizó alimentos durante estas horas, cuando se esperaban mayores daños por parte de una tormenta con nombre de mujer.
En este territorio, están acostumbrados a esos avatares. Tienen identificados los sótanos y casas que pudieran ser alcanzadas por las olas del cercano malecón habanero.
Las acciones de las últimas jornadas sirvieron de ejercicio en los inicios de una temporada ciclónica que los especialistas anuncian como muy activa.
Elsa se aleja y las calles más céntricas de La Habana, regresan a la normalidad en una tarde gris, coronada por esporádicas y ligeras lloviznas.

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