Desde hace aproximadamente dos meses nuestro país y en especial la capital ha incorporado a este enfrentamiento a la pandemia una nueva estrategia, la intervención sanitaria en territorios de riesgo con los candidatos vacunales cubanos: Soberana 02 y Abdala, priorizando a las poblaciones de mayor riesgo, dentro de las cuales se encuentran nuestros ancianitos.
Varias son las razones que justifican comenzar en nuestros territorios por esas personas que un día lo dieron todo y que ahora con el paso de los años se tornan vulnerables por concepto de edad y de comorbilidades adquiridas a lo largo de la vida, lo cual los convierte en población a priorizar en esta intervención sanitaria dirigida a elevar el nivel inmunitario de la población.

Dentro de esas razones, nos explicó el doctor Fernando Vargas, director municipal de Salud del territorio, se encuentra la gran vulnerabilidad que exhiben las personas de la tercera edad y el enorme riesgo que tienen de transitar una vez diagnosticados de COVID-19 a una condición de graves y/o críticos, llegando incluso a fallecer un 9 % más que una persona de 40 a 49 años.

De ahí que sea una prioridad para las autoridades y directivos de la Salud del territorio que se aseguren todas las medidas encaminadas a protegerlos mediante la inmunización con el candidato vacunal Abdala para elevar el nivel de respuesta de sus organismos a la alta circulación viral que aún reporta diariamente el país.

Por eso el municipio de La Habana Vieja en su décimo día, tiene casi la totalidad de los 12 782 residentes en el territorio con más de 60 años cumplidos y la totalidad de los 140 ancianos que residen en un hogar y cinco residencias protegidas con que cuenta el territorio, vacunados con la primera dosis de Abdala.
Ver además:
"Proteger a quienes un dìa nos protegieron",ese es el pensamiento de una sociedad basada en la ètica y en la moral Gracias Oilda, por tu cobertura hacia un tema tan difícil
Pienso que otra forma de proteger y ayudar a los que ya vieron pasar sus compromisos laborales sería permitirles pagar el 50% de la mayoría de los bienes y servicios que reciben.