Los nasobucos mal colocados existen todavía, pero no son los únicos incumplimientos de las medidas higiénico-sanitarias detectadas en los municipios de La Lisa y Marianao. Pesan mucho más la falta de distanciamiento físico en las colas, paradas, parques, y las conversaciones, que constituyen una potente amenaza.

Foto: Raquel Sierra

Adentrarse en La Lisa

La cola de la tienda El Balcón de La Lisa, de TRD Caribe, deja mucho que desear. Las personas se amontonan, en un intento de que nadie se les cuele.

Los criterios, en su generalidad, coinciden: "no está bien organizado", "entran personas ajenas a la cola", "no hay variedad, es pollo, pollo y perrito, se olvidaron de La Lisa", "dieron 50 turnos y dijeron que se había acabado y cuando la gente armó bateo, repartieron 50 más, "los que están organizando, ven las cosas mal hechas y no dicen nada", y "aquí no se sabe la cantidad de productos que entran, porque no lo informan".

Foto: Raquel Sierra


Los vecinos de la unidad comercial La Victoria de las Alturas, están satisfechos con la frecuencia del suministro de pollo y del trato, no así con la falta de otros cárnicos, aceite y de artículos de aseo, que alegan han surtido en tiendas lejanas.

Pasadas las 10:30 de la mañana, la venta no comienza y la cola, sin haber recibido explicación alguna, busca la sombra, alejándose todo lo posible de una caja ampirol (contenedor para recogida de escombros), donde se depositan los desechos en el barrio. Según el gerente de este establecimiento de TRD, Walfrido Zulueta, la demora que genera quejas se debe a la necesidad de descongelarlo para procesarlo y envasarlo.

Foto: Raquel Sierra
Foto: Raquel Sierra
Foto: Raquel Sierra


Además de la problemática de las colas, el recorrido de prensa dio seguimiento al enfrentamiento a la COVID-19. El Palenque tiene bien puesto el nombre. Es un caserío de una docena de casas en calle 83 (final), entre 144 y 148. Allí se encuentra uno de los eventos del territorio: hoy cuatro personas están ingresadas con COVID-19, detectadas en las pesquisas de seguimiento. "Cuando se pensaba que iban a cerrar el evento, aparecieron cuatro casos", dijo la oficial María Ester Hernández, quien custodia el evento, no en las mejores condiciones sanitarias.

Foto: Raquel Sierra


"Cuando sale un positivo, se manda para el hospital y se hace PCR a los contactos. Los vecinos, contactos de los ingresados ahora, ha dado negativo", sostuvo la doctora Yariannis Ramírez Torres, al frente del consultorio 11 de Alturas de La Lisa desde hace dos meses.

"Soy nacida y criada aquí, y esto siempre ha sido así, cansados estamos de decirlo", dice una vecina que espera turno. La solución para el vertimiento de albañales y un vertedero muy próximo a las viviendas, viejos problemas del barrio, contribuiría a mejorar la situación higiénica y ambiental ahora y más allá de la pandemia. De acuerdo con la doctora, desde su llegada reportó de la situación ambiental a las autoridades correspondientes, toda vez que, según los vecinos, tradicionalmente, las fosas se desbordan cada vez que entra el agua.

Foto: Raquel Sierra


Dentro de poco, el consultorio No.6, ubicado en calle 71 y 156, del Consejo Popular Alturas de La Lisa, debe ser uno de los vacunatorios del municipio, sin embargo, para ello tendrá que resolverse -para ahora y después- el microvertedero aledaño. Aunque recogen la basura con regularidad, un solo contenedor no es suficiente, coinciden la vecina Sally Tarajano y la doctora del consultorio Doralis Macías Espinosa, quien sostiene haber planteado la situación en reiteradas ocasiones, a la vez que exhorta a mayor disciplina de la población en el cumplimiento del horario de botar la basura.

Al fondo, el consultorio del médico de la familia No.6 del consejo popular Alturas de La Lisa. Foto: Raquel Sierra

Afinar el tiro en Marianao

En el policlínico Ramón González Coro, de 100 y 35, se cumplen las medidas sanitarias establecidas para el acceso a la consulta de infecciones respiratorias, donde el doctor Misael Vázquez Sarracen cumple con rigor el proceso de realización de la prueba de antígeno, prácticas que -de cumplirse como corresponde-, permiten, a la vez, detectar a tiempo los posibles contagios y proteger al personal de la Salud.

Foto: Raquel Sierra


Otro es el panorama en el consultorio 11, del policlínico Carlos Manuel Portuondo, ubicado en 45, entre 86 y 88: está cerrado desde hace meses, debido a un vertimiento de aguas negras, que ha recibido, además, la contribución de basura de los vecinos. Al frente, una caja ampirol completa el panorama y según los vecinos podría ser una amenaza para la fosa del edificio colindante, todo lo cual urge de soluciones duraderas.

Foto: Raquel Sierra
Foto: Raquel Sierra


Una de las prioridades de la ciudad hoy es el ordenamiento del Sistema de Atención a la Familia (SAF), que brinda alimentos a personas con vulnerabilidad social.

En el SAF La Realidad, ubicado en 114 y 35, varios criterios de comensales coinciden: las raciones son pequeñas y la calidad no es la mejor.

Foto: Raquel Sierra


De acuerdo con el administrador, Carlos Daylán Rojas, disponen de productos cárnicos, así como algunos condimentos. No obstante, los ancianos opinan que la calidad debe ser mejor y los precios, más bajos.

Para la asistente social Marisel Herrera, quien entrega los alimentos a una persona con discapacidad intelectual, la oferta es más de lo que muchos tienen en casa. Sin embargo, no basta: ese sistema demanda de mejores condiciones para la elaboración, el servicio y el trato a quienes lo reciben y de imagen.

Foto: Raquel Sierra


A más de un año de estar lidiando con la pandemia y las colas, suceden hechos como este: una persona acude a comprar pollo con el carné de su abuelo de 97 años y le indican que lo orientado es llevar un certificado, "porque las personas se prestan para muchas cosas", cuando quienes cumplen la función de organizarlas deben hacer valoraciones humanas y hallar soluciones expeditas, dentro del orden.

Foto: Raquel Sierra

Así sucedió en el quiosco 4 186 del Lido, de la corporación CIMEX, donde según su dependiente, cuando surten, traen 12 cajas, que contienen entre 90 y 92 paquetes.

Para Santiago Ochoa Lores, de 76 años, hay indisciplina, no organizamos las cosas como son, tiene que haber una autoridad que controle esto. Para él, "la vida de nosotros depende de los médicos que están haciendo tremendo sacrificio", lo que choca con "la indolencia de las personas...."

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