Es extraño ver las calles de Guanabo completamente vacías en horas de la noche. Desde las salas de las casas se escuchaba el audio de las telenovelas de turno en la tele. Solo los custodios de tiendas, comercios y empresas se veían de forma esporádica.

Equipos de prensa realizaron tarde en la noche de este martes un recorrido de control e inspección a las localidades de Peñas Altas, Guanabo, barrios de Alamar y el Reparto Antonio Guiteras (Bahía), como parte del chequeo del cumplimiento de las medidas para enfrentar a la COVID-19.

Junto a nosotros varios dirigentes del Partido Comunista de Cuba, el Gobierno, la Unión de Jóvenes Comunistas, los Comité de Defensa de la Revolución, la Central de Trabajadores de Cuba, Federación de Mujeres Cubanas y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños. En la mañana se suman estudiantes.

Antes de partir, Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del Consejo de Defensa Provincial dio una panorámica de las prioridades de la compleja batalla contra la pandemia en la capital, donde acaban de abrirse 30 eventos en zonas de contagio, con el fin de aislarlas y cortar la transmisión de la epidemia.

Dijo que el objetivo de esta inspección, que continúa en la mañana de este miércoles y también se desarrolla en el municipio de Diez de Octubre, es hacer cumplir las normas higiénicas, sanitarias, de control y de bioseguridad.

Explicó que había que ser profundos, rectos en el actuar, respetuosos, escuchar a las personas, pero a la vez había que estremecer a las comunidades y levantar la percepción de peligro.

Ómnibus en Guanabo desinfectados

Al llegar a la base de ómnibus de Guanabo, vimos un poco de nerviosismo entre los trabajadores, ante el arribo de cámaras de televisión, celulares y grabadoras en manos de los reporteros.

Sin embargo, comprobamos que casi todos los vehículos estaban parqueados, cumpliendo lo estipulado para la actual fase de trasmisión autóctona, en la cual los capitalinos están convocados al aislamiento domiciliario después de las 9:00 de la noche.

Foto: Ricardo Gómez

El director de la Unidad Básica, Oscar Saury Alfonso, comentó que los ómnibus son desinfectados, revisados y habilitados de combustible antes de estacionarse, para salir a las 5:00 de la mañana.

La última guagua parte a las 7:30 p.m. y retorna a las 9:40 p.m. Hace un periplo para recoger a habitantes de zonas como Campo Florido, Bacuranao y otras. “Hay que pensar que hay familias con pacientes en hospitales y trabajadores que terminan tarde”, explicó Saury.

A pesar de la actual crisis económica, ellos dieron de alta recientemente a 15 ómnibus, luego de adquirirse 90 neumáticos y 15 baterías. Ahora disponen en total de 49 vehículos funcionando.

Allí predomina el orden, la disciplina. Son vanguardias nacionales desde hace 16 años.

Guanabo descansa

Dos edificios de la zona de Peñas Altas donde había focos de transmisión autóctona de la COVID-19, permanecían muy tranquilos. Las restricciones acababan de ser levantadas, pero la gente seguía en sus casas.

Las calles y parques de Guanabo completamente desiertas. Así también estaban las de varias zonas de Alamar, donde muy esporádicamente aparecía alguien solitario de regreso al hogar.

Foto: Ricardo Gómez

Solo en el Policlínico Docente doctor Mario Muñoz Monroy vimos un poco de ajetreo: se preparaban para tomar una muestra de antígeno a un ciudadano que era contacto de un caso positivo. Doctores, enfermeras y personal que lleva más de un año exponiendo sus vidas para salvar otras.

Es cierto, demoraron como 20 minutos para ponerse las sobre batas, caretas y medios imprescindibles en la asistencia en zonas de riesgo. Fue cuando recordé las palabras de Torres Iríbar: “No podemos cansarnos. Hay que cumplir lo establecido en cada caso, para vencer a la pandemia”.

Jolgorio en el Reparto Antonio Guiteras

Foto: Ricardo Gómez

Quizás la única nota discordante de la noche fue una llamada telefónica que recibimos de uno de los equipos de trabajo que denunciaba una fiesta en el Reparto Antonio Guiteras.

Hasta allí llegamos. Bailaban con música estridente en el portal de un cubículo del albergue de tránsito colindante entre Bahía y el municipio de Regla.

Cuando hablamos con ellos, algunos entendieron que violaban varias normas al exponerse sin nasobuco, ingiriendo bebidas alcohólicas… otros no fueron tan comprensibles, quizás exaltados por el efecto del alcohol. A su alrededor niños pequeños descamisados miraban el escenario con ojos atónitos.

Opté por quedarme en la memoria con frases como: “Discúlpenos”, “Ustedes tienen la razón”, “Nosotros no somos malos… lo que pasa es que con el calor es difícil estar bajo ese techo”. Es un lugar al cual prometimos regresar, de día, como ellos pidieron.

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