Desde mediados de enero a la fecha, más de 42 590 capitalinos laboran en el trabajo a distancia, aún por debajo de lo que podría alcanzar la ciudad para reducir la alta concentración de personas en los centros productivos y de servicio y, por ende, favorecer la situación sanitaria ante la COVID-19.
Durante el año anterior, cuando el país arreció la cruzada contra la pandemia, tuvo un marcado impulso la aplicación de esa modalidad de prestación del trabajo, que demostró su efectividad en cuanto a la protección de los empleados en el contexto de la situación epidemiológica. La Habana superó entonces los 100 000 trabajadores.
Seguir instaurando el teletrabajo, el trabajo a domicilio y en el terreno –las tres modalidades del empleo a distancia-, constituye una necesidad en las actuales condiciones que vive la capital y el país en su conjunto, donde se torna más creciente y peligrosa la presencia del virus del SARS–CoV-2.

La directora provincial de Trabajo y Seguridad Social (TSS) en La Habana, Ivett Moya Pupo, llamó a potenciarlo por sus beneficios para todas las partes siempre que se haga bien y con calidad, y con la consiguiente responsabilidad que deben mostrar las administraciones para su chequeo y control permanentes. “El hecho de que un trabajador no permanezca en su centro, no implica desconocer lo que hace”, aseveró.
Con vistas a evaluar la marcha del proceso hay un cuerpo de inspección, y ante un puesto de mando las entidades rinden cuenta sobre cuáles son los trabajadores que pueden cumplir sus encargos, sin hacerlo de forma presencial en los centros.
El trabajo a distancia o remoto como algunos le dicen, lleva rigor para que las actividades sean organizadas con buenas prácticas de gestión y colaboración. A juicio de Moya, hay que valorar casuísticamente quién puede asumir el teletrabajo porque dispone de las herramientas tecnológicas, de información y comunicación; quién logrará hacer su actividad en la casa o puede ser reubicado en el terreno, ya sea en el servicio de mensajería en las farmacias, en la entrega de alimentos a familias que lo requieran, u otras tareas de interés a nivel del Consejo de Defensa del municipio.
¿Cómo se define la vulnerabilidad de las personas para su tratamiento laboral?
-Es oportuno recordar que en fases precedentes la administración determinaba quién era o no vulnerable. Ahora no compete a ellos, sino al médico, encargado de valorar si esa persona, por ejemplo, está descompensada de alguna patología de salud que le impide trabajar.
“Por consiguiente, la vulnerabilidad se reafirma mediante el certificado médico, indicado para justificar el hecho de no trabajar. En este caso el tratamiento salarial es en función de dicho documento, que es al 60 % como está legislado.
“Hay personas que pueden ser vulnerables pero aparentemente están bien, de ahí que solo el facultativo tiene la potestad de decidir”, reiteró Moya.
Con respecto a las madres trabajadoras con una función esencial en sus puestos de labor, y que no tienen con quien garantizar el cuidado de sus hijos, están habilitadas varias escuelas por consejos populares; también los círculos infantiles permanecen abiertos.
Entre las medidas adoptadas por la pandemia se estipula que cuando no exista otra alternativa porque los padres no puedan llevar a los niños al círculo o a la escuela y no tengan con quien dejarlos, el tratamiento salarial es del 100 % del salario durante el primer mes y después del 60 %. Si hay alguna madre que no quiere llevarlo por determinada razón, el tratamiento salarial es el mismo.
Con respecto a las personas imposibilitadas de salir del hogar, bien por situaciones de salud o por no tener con quien dejar a su niño pequeño para acceder a los alimentos o las medicinas, Ivett Moya dijo que lo indicado es acercarse al Consejo de Defensa o a la dirección de Trabajo del municipio, al Delegado, o al presidente del Consejo Popular para hallar una solución.
“No es que haya nadie con un cargo específico para ello, pero sí se han concebido compañeros en función de ayudar”, señaló.
Para aclarar cualquier duda o recibir orientación sobre el tema puede llamarse al 7833-5531 en la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social o escribir al correo elsa.carmona@mtss.gob.cu
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Creo que si, muchos puestos de trabajo permiten el trabajo a distancia, pero el problema esta en los directivos que no interiorizan y no aplican esta modalidad xq es mas importante para ellos las 8 hs de trabajo presencial
En el caso de las personas vulnerables aparentemente sanas, qué quizo decir con el facultativo es quien decide? Es el médico o la administración del centro del trabajo? Necesitan también un certificado médico o no? Mi papá tiene 70 años, es diabético e hipertenso, pero no está descompesado de ninguna de las 2 cosas. En ocasiones anteriores la administración de su trabajo ya lo mandó para la casa, primero con trabajo a distancia y luego interrupto y ahora cuando están las cosas peor que nunca, no se han pronunciado al respecto y tanto él como todos sus compañeros de trabajo vulnerables también, siguen iendo a su trabajo todos los días.Qué solución tiene esto? No me quedó claro en su artículo de prensa.
Con el costo que tiene la electricidad el teletrabajo no es una opción.
Es triste, pero es realidad, el pais insiste en que los organismos incentiven estas modalidades y en meses anteriores de rebrote, se demostró que fue efectivo pues el trabajo, funciones y tareas se cumplimentaron. No sé que sucede que, en estos momentos los dirigentes están aferrados a mantener a sus trabajadores fisicamente en sus puestos de trabajo, sin pensar en la situación epidemiológica que enfrenta el pais. Se impone supervisar cada sector, organismo, empresa y ver como se encuentran en estos momentos, pero "sorpresivas", basta ya de "teatros" y de informaciones falsas, al final las consecuencias lo sufren los trabajadores, que son los que se mueven fundamentalemte en transporte público u obrero, una de las grandes vías de contagio que tenemos en estos momentos.
BN: Es preocupante, triste y hasta vergonzoso, ver cómo en este minuto existen centros laborales y por demás cuadros y administrativos que mantienen a un número considerable de trabajadores laborando como si no estuviera la situación tan grave y lo más preocupante es que son casos de trabajadores que ocupan plazas que teniendo en cuenta la labor que realizan la pueden realizar perfectamente en su lugar de residencia.