En acompañamiento, no en antagonismo, para cumplir la misión encomendada a la Central de Trabajadores
de Cuba (CTC), es lo que hoy con urgencia precisa la Revolución. Tal concepto remarcado por el primer secretario del Partido en La Habana, Luis Antonio Torres Iríbar, durante el balance anual de la organización obrera en la capital cubana, resumió la ingente misión que le corresponde hoy al movimiento sindical capitalino, en momentos de realzar su protagonismo con métodos participativos y nuevas maneras de hacer.

“Este es el tiempo de demostrar la valía del sindicato en la Revolución”, sentenció tras recordar que para ello se precisa acentuar el funcionamiento en la base, con capacidad de convencer, entusiasmar, explicar,
representar, defender si algo no está bien y discutir sin formalismos; también las administraciones deben rendir cuenta a sus trabajadores de la gestión.

Torres Iríbar recordó que, dentro de la Tarea Ordenamiento, la cual va en busca de la prosperidad y sostenibilidad del Socialismo, es vital el apoyo de los trabajadores, y para ello el sindicato debe ser un verdadero representante. Insistió en el papel de la organización para que se hagan los análisis correspondientes en torno a los precios, evaluar las posibilidades de seguir maximizando la eficiencia y la generación de riquezas para que sea un proceso con todo el apoyo de nuestro pueblo.

El máximo dirigente partidista en la provincia destacó el papel de la clase obrera para enfrentar la situación sanitaria y la obligatoriedad de elevar la percepción del peligro y de los riegos que entraña el coronavirus
en esta ciudad, la cual llegó a tener una tasa de incidencia de la enfermedad de 0,8 y hoy está en 26-27, de ahí la responsabilidad individual y colectiva de hacerse sentir, y en el caso de los centros de labor incrementar el rigor de las medidas higiénico-sanitarias.

El secretario general de la ctc nacional, Ulises Guilarte de Nacimiento, aseveró a los dirigentes de la capital que el país transita un momento que demanda multiplicar iniciativas y habilidades, estar en el centro de las opiniones de los trabajadores y saber negociar. Puso de ejemplo asuntos como los precios de los comedores y el transporte, los sistemas de pago, los estímulos morales y materiales, los procesos de interrupción y reordenamiento laboral, entre otros aspectos, y eso requiere saber hacer, estar capacitados y dominar las herramientas jurídicas.

“La prosperidad hay que crearla, no se puede repartir lo que no tenemos”, insistió Guilarte, y pidió que cada colectivo ponga en el centro de la atención la eficiencia, que será un aporte crucial del movimiento sindical capitalino a que el proceso de ordenamiento sea una tarea de éxito, por concentrarse aquí las estructuras más estratégicas y productivas del país.

Con un reconocimiento especial a su prestigiosa labor al frente de los destinos de la CTC durante casi 12 años fue despedido el compañero Luis Manuel Castanedo Smith, quien pasa a cumplir otras funciones en la central nacional. El nuevo secretario de la organización en La Habana es el ingeniero Alfredo Vázquez Pérez.

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