“Las décadas transcurridas desde aquel 27 de noviembre de 1871, no nos han hecho olvidar el cruel asesinato de los ocho estudiantes de Medicina. No fueron pocos los testigos del horrendo crimen los que repitieron, llenos de indignación, la palabra asesinos”, destacó Daniel Medina Fernández, alumno de 4to. año de Medicina, en el emotivo acto que aconteció este viernes en homenaje a la fecha.

A pesar de la situación epidemiológica que vive el país debido a la pandemia de la COVID-19, no podía pasarse por alto rendir honor a esos estudiantes, al conmemorarse 149 años del crimen, al igual que del asesinato de los cinco integrantes de la sociedad abakúa, que el propio 27 de noviembre intentaron rescatarlos y perdieron sus vidas en el intento.
En la actividad se recordaron además las palabras de nuestro Apóstol, José Martí, al referirse al siniestro hecho: “Y cuando las cabezas han rodado y sonreían al rodar, al por qué de la sonrisa, se ha alzado la mano de los cadáveres para decirnos que no lloremos demasiado, porque hay un límite al llanto sobre las sepulturas de los muertos, y es el amor infinito a la Patria y a la gloria que se jura sobre sus cuerpos y que no teme ni se abate ni se debilita jamás; porque los cuerpos de los mártires son el altar más hermoso de la honra”.

El ejemplo de aquellos que perdieron la vida en defensa de la libertad de Cuba, expresó Medina, también ideológico nacional de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), nos compromete, aún más, a que ratifiquemos nuevamente nuestro compromiso con el perfeccionamiento de nuestro sistema socialista, porque solo así seremos verdaderamente la continuidad de la nación.
En el monumento erigido en homenaje a los estudiantes, sitio frente al cual fueron sacrificados por los voluntarios españoles, en el capitalino municipio de La Habana Vieja, se reunieron un grupo de pinos nuevos y de miembros de las organizaciones estudiantiles y juveniles para recordar a quienes gozaban de los más nobles sentimientos y del espíritu de rebeldía de nuestro pueblo.
No se pudo realizar como consecuencia de la pandemia la tradicional peregrinación desde la escalinata de la Universidad de La Habana hasta el monumento, pero allí estuvo la energía de todo un pueblo que eterniza la gloria a los ocho estudiantes de Medicina.
