La Habana continúa desplegando una importante batalla epidemiológica para frenar la propagación de la COVID-19, y también evitar otras epidemias como las provocadas por el mosquito Aedes Aegypti, vector oportunista causante de enfermedades como el Dengue, Zika, y otros padecimientos.
En esta etapa resulta decisivo no descuidar y hacer cumplir las medidas higiénico-sanitarias instrumentadas por las autoridades de Salud y el Gobierno de la Capital.
Sin embargo, hay que seguir redoblando la observancia ante actos de indisciplina social que aún se evidencian en algunos puntos de venta y en parques de la ciudad, espacios a los cuales en ocasiones acuden personas que aún mantienen baja percepción de riesgo o quienes mantienen actitudes irresponsables empleando el nasobuco inadecuadamente, (retirándolo para conversar o fumar en zonas públicas y de afluencia de personas) vulnerando además el distanciamiento social imprescindible en el contexto actual.

De igual manera hay que seguir trabajando en la limpieza de las calles y el chapeo de hierbas con vista a la conservación o el mantenimiento de áreas verdes las cuales en algunos lugares comienzan a crecer de forma acelerada luego de las recientes lluvias.
También deben revisarse locales cerrados dispuestos a ser preservados para disímiles funciones, luego que rebasemos esta fase de limitación autóctona por incremento de contagios de la COVID-19, y las condiciones epidemiológicas permitan asumir etapas ulteriores hasta volver a la normalidad.
Por ejemplo, hemos constatado preocupaciones de vecinos del local ocupado por el otrora “Vía Azul” en la calle 26 frente al zoológico, relacionadas con la higiene en el lugar, luego de su cierre, comentan que este sufre signos de abandono que podrían conllevar a la aparición de vectores.

En los barrios, aunque ha mejorado la recogida de los desechos sólidos por parte de los trabajadores de Servicios Comunales se impone seguir insistiendo en los horarios de depositar la basura en los containes, luego que con las restricciones de movilidad de las personas después de las 7.00 p.m. comienzan a aparecer algunos microvertederos en horarios del día, debido a ciudadanos que negligentemente colocan sus desechos fuera de horario. Hay que mantenerse alerta ante todo aquello que conspire contra la Salud de la comunidad.
Y es primordial en estos tiempos sustentar la organización junto a la disciplina social en las colas que se realizan alrededor de las unidades de ventas de las localidades. Y no descuidar en lo absoluto las medidas relacionadas con la desinfección con hipoclorito de sodio en los establecimientos y la exigencia del uso del nasobuco.
Son tiempos de unidad y solidaridad en los cuales debe prevalecer el respeto a las disposiciones orientadas en cada territorio y sobre todo, no vulnerar las leyes orientadas a preservar la Salud del pueblo que salvan vidas.