Es un agosto diferente. Los estudiantes de Ciencias Médicas de La Habana terminaron su labor de pesquisa el 24 de julio y a menos de cumplirse el mes de descanso se incorporan ya voluntariamente al llamado de la Unión Jóvenes Comunistas de la universidad, para continuar esa medular actividad en su tiempo de vacaciones.

Reunidos desde bien temprano esperan por las orientaciones precisas sobre lo que deben realizar. El lugar de encuentro, un consultorio del consejo popular Armada, del municipio de Cerro. Allí, además, se encuentran estudiantes de la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, Cujae, y de la Facultad de Tecnología de la Salud (FATESA), quienes también dieron su paso al frente.
Debido a las limitaciones de transporte, estos jóvenes no podrán trasladarse hacia otras zonas, pero en sus comunidades de residencia continúan una de las principales acciones de enfrentamiento a la COVID-19, llamado a cumplirse con total seriedad y rigor por las autoridades capitalinas.

Con la estudiante Claudia Tellez Suárez, conversó Tribuna de La Habana. Ella cursa el segundo año de la carrera de Medicina y es la secretaria general de la UJC de la facultad Salvador Allende: “Necesitan de nosotros y como revolucionarios lo daremos todo para contribuir a la eliminación de la pandemia que hoy afecta a la capital”.
Así mismo, su compañero de labor, estudiante de primer año, César González Font nos lo hizo saber: “Todo el tiempo que necesiten de nosotros ahí estaremos”. En sus palabras se evidencia su elevado compromiso social y el de sus compañeros.

Ambos saben que esta tarea no termina en solo una semana y ratifican su disposición a continuar. Son el relevo de los soldados de las batas blancas, vivas promesas de cumplir honrosamente las encomiendas necesarias.