En febrero de este año, tras varias horas de vuelo, el italiano Clarencio Ascari por fin piso tierra cubana. Sin embargo, a su llegada al aereopuerto antillano, se encontró con una noticia inesperada, iba a ser traslado a uno de los Centro de Aislamiento para la Vigilancia Epidemiológica activados en la Mayor de las Antillas con la finalidad de controlar la expansión de la peligrosa enfermedad en Cuba.
La reacción de Clarencio, quien trabaja en la Oficina del Historiador de La Habana que dirige Eusebio Leal, en un primer momento fue de negación, pues desconocía por completo que tuviese que quedarse en un centro de aislamiento. Sin embargo, tras conversar con él, finalmente comprendió la necesidad de esa medida tras lo cual fue trasladado hacia el centro ubicado en Línea.
Apenas pasaron dos días, y ya el viajero manifestó que estaba encantado con las condiciones de ese centro y el trato allí recibido. Después de haber salido, mientras le realizaban un chequeo de presión, al médico que lo atendía se le rompió el equipo que estaba usando. Después de ello, Clarencio decidió ir a su casa para donar un equipo de presión que tenía en su poder.
El trato amable y respetuoso brindado a Clarencio había dejado una marca en el corazón del viajero italiano, de ahí que escribiera una breve carta de agradecimiento, la cual, fechada el 14 de julio, reproducimos a continuación.
“A los médicos y enfermeras.
Estimados:
El servicio humanitario es un acto de solidaridad y empatía, ya que la vida es el tesoro más preciado que posee el ser humano y en ella nos encontramos con experiencias muy difíciles, por tanto en agradecimiento a mi estancia durante los días dos de febrero hasta el 10 de febrero, en la cual me sentí como en mi propia casa, hago una sencilla donación de un monitor de presión arteriral y su batería, desde lo profundo de mi corazón al personal médico que con tanto cariño y esmero me atendió no solo a mí, sino a todos los que estábamos en esa fecha.
Muchas gracias”
Tras recibir el donativo, el doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, director de Salud Pública en La Habana, hizo entrega del mismo a Fernando Trujillo Sánchez, subdirector de asistencia médica, quien comentó: “agradecemos el gesto del compañero. Ello nos compromete más y agradecemos el gesto ralizado”.