Las instalaciones de la gastronomía son lugares de gran afluencia de personas, lo que obliga a extremar las medidas para garantizar la higiene y el distanciamiento interpersonal y con ellos, la salud de la población.
En la primera fase, se mantendrá el servicio a domicilio en las 153 unidades del Sistema de Atención a la Familia, sin costo para el beneficiario, buscando variantes para lograr su cumplimiento, teniendo en cuenta que son grupos vulnerables.
Tiempos de COVID-19, otras maneras
La actual fase comprende la reapertura de los servicios gastronómicos en 86 restaurantes y cafeterías pertenecientes a las diferentes empresas de la ciudad, mediante la modalidad de reservaciones, ya sea por vía telefónica y de forma presencial. Con esta alternativa, que retoma una práctica de años atrás para las casas de alto estándar, se quiere no solo evitar aglomeraciones, sino brindar un servicio superior.
Entre las novedades se encuentra el diseño de un menú infantil, a propuesta de las unidades, a media norma, que incluirá entrante, plato fuerte y postre, así como una variante con líquidos, que deberá tener en cuenta las características del mercado infantil.
Por otra parte, en unidades seleccionadas (hasta ahora El Mandarín, El Cochinito y El Caribeño) tendrán mesas destinadas a la estimulación por la labor realizada en el enfrentamiento a la COVID-19.
A su vez, el sector se propone potenciar el funcionamiento de las fondas, con comidas de línea económica para llevar y a domicilio, esta última dependerá de la disponibilidad de medios. Esa red se concentra en Playa: Taberna Libertad y Metropolitan; Plaza: La Villita, Clínico de 26, Cafetería Plaza y Calixto García; Centro Habana: El Lluera, Bella Nápoles, Central de Reina, Sea Club, comedores del Ministerio de Energía y Minas y Comercio Exterior, Neptuno Bar, Lazo de Oro, Cofiñal-Alegrías, Asturias, y Mar y Tierra.
Otras unidades de este tipo son el comedor Ministerio de Comercio Interior, Bar Franco, Yumurí, Trenes (La Coubre); en Regla: El Criollo y El Malecón; La Habana del Este: Cafetería No.3, Cubanito, Sabrosón y Ranchón Criollo y en Guanabacoa: La Arboleda, El Parador y Soda INIT.
De acuerdo con informaciones del sector, en esta fase se mantienen también los servicios móviles en las zonas donde no existe la red tradicional de gastronomía, las llamadas zonas de silencio. En cada municipio se han determinado las unidades y empresas que prestarán esos servicios a los consejos populares.
No dar por sentado
Cuando todavía la COVID-19 está al acecho, buscando el menor descuido, nada puede darse por sentado. Con la reapertura de 10 de los 14 bares del sector, es indispensable respetar las medidas sanitarias y de distanciamiento indicadas (higienización de mobiliario en cada rotación, mesas y banquetas a metro y medio de distancia, música solo para escuchar, entre otras).
Según se anunció, brindarán servicios los bares La Gruta, Río Club, Karachi, La Red, Coctel, Tikoa, Sherezada, Amanecer, Club Tropical y Brindis, con solo el 50 por ciento de sus capacidades. Esas instalaciones tendrán ofertas de cocteles tradicionales y de fantasía; entremeses, sándwich, buffet y croquetas al plato, entre otros.
En el caso de los servicios gastronómicos en las playas, se realizarán según lo establecido para cada fase en cuanto a las limitaciones de capacidad y se mantendrán las ofertas gastronómicas en las 31 unidades que lo hacen normalmente, tanto en las Playas del Este como del Oeste. Según lo orientado, se utilizarán 10 bicitaxis, con el objetivo de reforzar la venta de alimentos elaborados y 40 vendedores ambulantes, para acercar los productos a los bañistas, incrementar las ofertas de comidas elaboradas, que deben estar debidamente protegidas.
Las acciones para esta primera fase comprenden igualmente potenciar el servicio a domicilio y para llevar con ofertas de buffet y otras.
Vale destacar que durante los meses de confinamiento numerosos establecimientos del sector no cerraron sus puertas, sino que sus colectivos se volcaron a la elaboración de comidas y alimentos ligeros para llevar, como una contribución al llamado a la población a quedarse en casa.