El auto azul, con rótulo del MINSAP, estacionó en una de las tantas calles del Hospital Universitario Calixto García, próxima a la consulta del profesor Guillermo Sánchez. El conductor demoró varios minutos en salir, justo bajo la sombra de un árbol –al parecer, de aguacate, de frutos, apenas hechos. Detrás de la mascarilla, el rostro que desde hace casi cuatro meses da Cuba, con voz pausada y segura, noticias malas y buenas, otras tristes y también alentadoras, invita a reflexionar, convoca a cuidarnos y así, cuidar a los demás.
Tiene un andar ágil. En persona, parece más joven que desde la pantalla. Es afable y asequible, sin humos. Visiblemente andaba apurado. Luego, la prensa reveló la razón, asistiría al encuentro diario del Consejo de Defensa de Centro Habana, uno de los focos de resistencia de la epidemia en la ciudad.
Por supuesto, en el breve diálogo con Francisco Durán, director de epidemiología del Ministerio de Salud Pública, nacido en otra geografía, pero hijo adoptivo de La Habana desde 2003, no podía ser otro el tema, la cola de la epidemia.
¿En qué radica la complejidad de La Habana?
—La Habana es muy grande, conviven muchas personas, de diversos lugares, hay mucho movimiento y se mezclan diferentes formas de ser. Esto, indiscutiblemente, hace que todavía una parte de la población no cumpla con las recomendaciones, pero realmente se puede lograr con la participación de todos.
“Más protección de la población y el cumplimiento de las medidas que se han reiterado tirado para evitar que se transmita enfermedad es lo que realmente hace falta.
¿Qué les diría a quienes residen en las zonas donde hoy la situación epidemiológica es más compleja?
—Si toda la población tiene que cuidarse, esa necesidad es mayor allí, una protección superior es la única forma para no adquirir la enfermedad y eso tenemos que lograrlo.
¿Podrá La Habana con la covid-19?
—Ya lo ha demostrado, pero hace falta una participación mucho más importante de la población, no solo de los organismos –que es bastante lo que se hace–, sino también de las personas, en su actuación individual, en su responsabilidad por su salud, por su protección, pero sí se puede, seguro que sí.
Saludos para el Dr. Durán. por favor cuídese usted que los habaneros somos unos indisciplinados pero hemos aprendido a quererlo y respetarlo en estos 4 meses.
Estoy de acuerdo que La Habana tb si puede. Hay que exigir mas el uso del nasobuco y la distancia .yo veo muchas personas que por su manera de actuar no se percatan del peligro de la enfermedad. En mi reparto los niños andan jugando en la calle sin proteccion. He visto adultos sin el nasobuco. Por suerte no tenemos casos. Vivo en Gbcoa. El Roble. No se puede bajar la guardia hay que cooperar. Mis saludos y mis respetos a los medicos y enfermeras. Gracias
Les cuesta tanto trabajo decir que ese gran hombre es de Stgo de Cuba. En dos oportunidad dice que es de otro geografía. Muy bien todo pero no se corresponde con la modestia del DR. Durán
El es un exelente ser humano y muy profecional
Saludos Dr. Duran, todas las mañanas mi esposo y yo nos sentamos frente al TV para ver el comportamiento de la pandemia en Cuba y el mundo. Usted entra a todos los hogares cubanos a las.9:00 am porque cada familia lo quiere y lo admira. Gracias