Hace poco más de un mes, la joven Sheila Rivero Córdova, quien reside en el Consejo Popular de Cuatro Caminos, en el municipio de Cotorro, dio a luz dos hermosas gemelas en el Hospital Ginecobstétrico Universitario Diez de Octubre (Hijas de Galicia). A ella la conocimos cuando se encontraba en el Hogar Materno Palacio de la Vida, sitio donde era atendida como parte de los cuidados que las gestantes de gemelares reciben en Cuba.
Tras dar a luz, pudimos sostener con ella una conversación vía Internet, mediante la cual nos enteramos que en la mañana del 27 de mayo comenzó con las contracciones y “rápidamente se lo dije a la enfermera, quien automáticamente llamo a la ambulancia y en menos de 30 minutos estaba en Hijas de Galicia”.
“Al llegar al hospital –comenta- me enviaron directo a la sala de perinatales, donde estuve dos días. Al retirarse las contracciones los médicos deciden pasarme a la sala dos, donde estuve hasta que el día cuatro de junio, en la madrugada comencé nuevamente con contracciones y a las 12:38 p.m. de ese mismo día, por cesárea, nacieron mis gemelas”.
Sheila no comentó que Sahily nació pesando 6,3 libras, mientras Sahylí pesó 6,13 y que las niñas llegaron al mundo tras 37 semanas exactas de gestación. Al no existir complicación alguna, el día nueve ya estaban de alta.
Salir a la calle en tiempos de COVID-19
Aún cuando se recomienda, como medida efectiva contra la COVID-19, evitar salir a la calle, hay momentos en que es imprescindible hacerlo. Uno de esos lo vivió, recientemente, Sheila Rivero Córdova, cuando recibió el aviso de que en su barrio, en Cuatro Caminos, municipio de Cotorro, se estaba haciendo el examen de PCR. De inmediato se alistó para ir, en compañía de sus gemelas Sahylí y Sahily, su niño de 5 años y su abuela de 69, hasta el sitio indicado para tales pruebas.
Sin embargo, su caminata duró menos de lo pensado, pues según nos comentó, cuando se disponía a partir, una patrulla les interceptó. Nuevamente, el vínculo existente entre las autoridades del orden interior y la población se hizo evidente.
Esta vez, la patrulla sirvió de medio de transporte, con el fin de que Sheila y su familia, que se encuentran entre los grupos de riesgo más vulnerables, estuviese expuestos el menor tiempo posible a un posible contagio a la COVID-19.

Comenta que, incluso, le hicieron el examen dentro del patrullero, y al finalizar le llevaron de regreso a su casa.
Sin dudas, se trató de una experiencia nueva para esta joven de 21 años, y de una demostración más de que en Cuba, no existen límites cuando se trata de salvar vidas.
De lo anterior, nos enteramos por una foto publicada en facebook donde se destacaba el accionar de la Policía nacional Revolucionaria (PNR), en el combate contra esta pandemia, y en la cual se veía a Sheila con sus dos pequeñas en brazos, dentro del patrullero.
Sobre esa experiencia, comentó que en su zona le hicieron el PCR a todos, y agregó que “respecto a las medidas tomadas, el barrio está declarado en cuarentena oficialmente, y se orientó el uso del nasobuco hasta dentro de los hogares. Las personas que han sido contacto, y posibles sospechosos, ya se encuentran en zona de aislamiento”, y en su zona, “se vendió un módulo de comida a un precio muy módico”.
Todo lo anterior, es muestra de que, en cuestiones de salud, en cuba no solo cuenta las autoridades sanitarias. Tanto el Partido, como el Gobierno, las organizaciones de masas, incluso los estudiantes universitarios, forman parte de la lucha por preservar la vida de los cubanos. Una lucha en la cual también se encuentran los miembros de las organizaciones armadas y de la Policía Nacional Revolucionaria, hecho que se demuestra en lo vivido por la joven Sheila en el consejo popular de Cuatro Caminos.