Un vehículo de la Empresa Serviquimica del Ministerio de Industria fue detectado por fuerzas del Ministerio del Interior (MININT) en la calle Vigía entre Cristina y Pila, en el municipio de Cerro en La Habana, con más de 600 litros de cloro sustraído de la Electroquímica de Sagua, producto imprescindible para la prevención y el enfrentamiento a la COVID-19.

En la vivienda, que fungía como depósito transitorio, el hipoclorito de sodio se comercializaba en el mercado negro, el litro y medio a 15 pesos en moneda nacional, y el recipiente de 20 litros a 200 pesos. En este caso, para incrementar el producto, la encartada echaba un porciento de agua, dijo la primer teniente Beatriz Duarte, segunda jefa de la Sección Dirección General de Instrucción Criminal.
En el regreso de la sustancia sustraída a su lugar de origen fue muy fácil distinguir la distancia que existía entre la casa como depósito transitorio y la entidad estatal involucrada. Tan solo una cuadra.
La Unidad Empresarial de Base de Sagua recibe hasta 21 toneladas del producto y les distribuye a todas las provincias occidentales, incluyendo al municipio especial de Isla de la Juventud. De acuerdo a la información ofrecida por el MININT se dedicaban a sustraer el cloro entre las 5 y las 6 de la tarde. Aprovechaban que en la entidad existe un vehículo que posee autorización de parqueo, y pagaban 100 pesos para trasladar el producto hacia la casa donde se realizó el registro policial.

Están acusados dos operarios, el chofer del panel donde ocuparon el producto, y la receptadora que tenía la casa de almacén ilegal. En las áreas de la instalación se encontró una manguera de agua que tenía alcance hasta el depósito de hipoclorito. Las autoridades refieren que esto favorecía la adulteración de su pureza, y enmascaraba los hechos ilícitos.
A criterio de la dirección de la entidad no había faltantes, aunque también se encontraron otras problemáticas, por ejemplo, la pesa estaba deshabilitada.
Aunque la Unidad Empresarial de Base de Sagua distribuye a organismos, si facturara a la población el uno por ciento de los más de 600 litros de hipoclorito, serían seis mil litros aproximadamente. Ello afectaría aproximadamente la misma cantidad de núcleos familiares si se hubiese dado de manera regulada.
Durante el registro a la vivienda, la dueña del local manifestó dedicarse a esta actividad desde hace varios meses. Esta vez los acusados no pudieron lavar sus manos en dinero ilícito ante la detención oportuna.
Hechos como estos son utilizados por personas sin escupulos que les gusta lucrar con los bienes del estado. Es una lastima que como dice una de las personas hacia meses se dedicaba a esta operacion.¿Cuanto faltante pudo existir entonces? ¿Funciono el control interno?
Con los delincuentes no debemos tener piedad, ellos no la tienen con nadie. Abusan con el pueblo todo lo que pueden para obtener ganancias de sin trabajar.
Deja que lleguen a la fábrica de colchones.