Varias violaciones de los procedimientos fueron detectados en inspecciones a tiendas de la cadena Caracol. Sin dilación, fueron hechos los análisis y adoptadas medidas organizativas y disciplinarias. A su vez, se revisan los protocolos para evitar que hechos como estos se repitan.
Cuando la cadena realizó cambios en sus actividades comerciales para sumarse a las ventas de productos de primera necesidad a la población, como parte del enfrentamiento a la epidemia, fueron descubiertas deficiencias en instalaciones de La Habana del Este, Plaza y Playa: faltantes en almacén, productos no representados, mercancía en mal estado por no respetar las normas de refrigeración, productos no expuestos a la venta, incongruencia entre peso y precio, atribuido a mermas desde el pesaje inicial, y precios no visibles, entre otras, por lo cual rindieron cuenta ante el Consejo de Defensa Provincial.
Acciones que empañan
Según explicó a Tribuna de La Habana Ariadna Cordero Licea, directora general de Caracol, aunque se han preparado, la ocurrencia de estos hechos, los análisis, con la máxima crudeza, arrojan que la mayoría de las deficiencias detectadas se deben a incumplimiento de funciones de los cuadros intermedios. “Se han tomado las medidas disciplinarias correspondientes con cada uno de los responsables, acordes con la violación cometida y la implicación y la responsabilidad individual. Estamos adoptando otras para los cuadros al nivel que nos corresponde y además, revisando nuestros procedimientos, buscando brechas pendientes de solucionar”.
A su juicio, siempre va a haber alguien buscando cómo violar lo establecido y por ello seguirán profundizando en cómo se están cumpliendo esos procedimientos internos y adoptando medidas en buenas prácticas, sobre todo en el tema de elaboración de alimentos –en los productos fraccionados-, de manera que se haga siempre frente al cliente, para que no haya mermas y se respeten los derechos de los consumidores.
Acerca de otras deficiencias, la directora general de Caracol indicó que constituye una función diaria tanto de los jefes de brigada de las instalaciones como de las administraciones, garantizar, antes del cierre y del inicio de la venta el día siguiente, el piso de venta con toda la mercancía representada, así como velar por el reaprovisionamiento constante. “De no ser así, constituye una violación de lo establecido por Caracol”, enfatizó.
A su vez, se revisa el sistema de las ventas para los trabajadores, en tipo de producto, cantidad, frecuencia y lugar para su ejecución. En el caso específico del faltante en el almacén, que constituye una indisciplina grave, se evaluó de acuerdo con lo establecido por el Ministerio de Economía y Planificación, se analizó el modus operandi, al igual con la mercancía en mal estado –lo cual genera pérdidas a la economía de la empresa y el país-, para lo cual se aplica la responsabilidad material, además de las sanciones administrativas y disciplinarias correspondientes.
Todo lo detectado, consideró la directora, que empeña el actuar de la cadena durante estos tres meses de enfrentamiento a la epidemia, es consecuencia de violar los procedimientos establecidos y falta de control de los mandos que están en cada lugar. Las acciones de inspección son un día, toman la fotografía del momento, pero eso lleva seguimiento permanente y hemos profundizado en los análisis, revisando la totalidad de la mercancía, buscando otras posibles violaciones.
De acuerdo con Cordero Licea, en todos los casos se aplicaron medidas que van desde la democión del cargo de administradores de las instalaciones, multas de 25 por ciento de salario a los infractores, separación de la entidad, trasladado a otros cargos con menor remuneración e imposibilidad de ocupar ese mismo cargo en ningún otro lugar hasta que sea rehabilitado. A su vez, “mediante videoconferencia, socializamos las deficiencias detectadas con todas las tiendas en todo el país para que constituya una forma de auto revisarse y auto controlarse, enfrentarlas y evitar que ocurran. La batalla se gana con la prevención de estas indisciplinas o incumplimientos”.
El único antídoto para vencer esta batalla es la exigencia, en cada lugar, del cumplimiento de las funciones que le corresponde a todas las partes de la estructura, consideró la directora general de Caracol.
Caracol no se durmió
Con 256 tiendas en La Habana, se encuentran funcionando 94 y no cejan en su compromiso de cumplir los planes. Aunque concebidas para las ventas al turismo, la cadena se ha incorporado a las ventas a la población, para la comercialización de alimentos, productos de aseo e higiene del hogar y de canastilla, explicó Cordero Licea.
“Hemos reconvertido algunas tiendas y ampliado puntos de venta, con ese tipo de mercancías, tratando de impactar en el tema de las colas, de manera que exista mayor oportunidad de poder acercar productos que necesita la población”, dijo.
En esta etapa, ejecutan acciones de mantenimiento en la red, revisan los inventarios, se suman a la comercialización de productos al sector de la salud y centros de investigaciones asociados al enfrentamiento a la COVID-19, además de incorporarse algunos de sus trabajadores a las brigadas del turismo que refuerzan los servicios en el hospital Salvador Allende.
Por otra parte, incursionan en las ventas online desde el exterior –mediante el sitio mallhabana.com, con el objetivo de recaudar divisas necesarias para el reaprovisionamiento y cumplir obligaciones financieras.
Vengan aquí al polo de Varadero, siempre ha Sido un desastre con los precios multados, es algo que se sabe desde hace años y no pasa nada. Los técnico del GET ubicaron en cada tienda un lector de precios, en muchas ya no funcionan, preguntense porque?, En otras lo tienen oculto detrás de algún estante y cosas así. En 8 taquillas la tienda de descartes solo funciona para ellos, nunca abre al público y cuando lo hace los precios son los que digan ellos y eso todo el mundo lo sabe y que pasa?. Pues hasta ahora nada.
Acaso el comentario enviado por mi ayer que cuestiona el modo de publicación de este caso no cumple las reglas de uso??? Por lo menos respondame en directo, agradecería me digan en que me equivoque. Tienen mi correo GRACISD
Qué pena, iba a comentar "bien por el control", me desanimó cuando leí que el mismo se había realizado con tanta agudeza motivado o en circunstancias por la situación de pandemia y la responsabilidad higienico-sanitario en ella. Pero sí, por qué no está bien también. De otro lado son lamentablemente preocupante los resultados del este balance y control. Me pregunto: ¿la situación de ilegalidades, deficiencias, e inconformidades son sólo de la cadena Caracol?. No se trata de querer inculpar, demeritar, o no reconocer esfuerzos de estos sectores de la redistribución y el servicio. Pienso que al modesto parecer del consumidor este fenómeno es un problema que arrastra el analisis sobre la añorado" sentido de pertenencia" a una institución y bien social, se trata de estar conscientes sobre el nivel de dignidad al dar y recbir servicios dignos, de un tratamiento igualitario a la moneda que gestionan (será ese uno de los problemas). Hasta donde alcanza mi entender la "divisa en tanto no se realice en la caja nacional" no tiene ciudadanía, ni nacionalidad. Realmente a la divisa en manos de nacionales no le interesa si los funcionarios públicos colectores por excelencia siguen dividiendola en Turismo "internacional" o "nacional", lo cierto es que fuera del capricho y empeño contable administrativo mientras cualquier divisa mientras permanezca fuera del sistema de circulación estatal seguirá siendo "dinero fresco", al menos mientras no se instaure la moneda única, la cual para circular en territorio nacional tenga que ser llevado a un único signo monetario nacional. Será que el añorado "sentido de pertenencia" al salario, al puesto laboral, al deber de preservar la riqueza social, a la función de gestor, entre otras son "animales fabulosos con cabeza de león cuerpo de cabra y cola de dragón". Está demostrado en el mundo globalizado de hoy que la a gestión de un bien social o privado dependen, a distancia, totalmente de la quimera del sentido de pertenencia y la obligación. Entonces, qué nos falta para lograr un servicio y redistribuón de bienes y servicios realmente dignos para el comprador y para el vendedor-recaudador. Confieso que no lo sé. Y no me atrevo a repetir a mi descendencia las fraces sabias de mis antecesores, los de la generación del centenario cuando en sus pláticas de familia decía, "miren esto (los beneficios verdaderos de La Revolución serán para ellos (nos señalaban a los niños que escuchabamos). Hoy, pienso, habrá que decir a los más jóvenes esto es para Ustedes, el presente y el futuro, para que hagan de una vez, sin mas referencias a quimeras, planes, correcciones y enmiendas de "futuro de futuro". Gracias, por la información y la valentía de "Caracol"; lo de futuro deseo vivir para ver.
He mandado mi criterio y dicen q deben MODERARLO, creo q no soy de las que quiere el MAL para mi Gobierno ni mi país, pero como dice Buena Fe: "el diablo no siempre tiene la razón pero es bueno escuchar lo que tiene q decir"...
Qué pena, iba a comentar_ "bien por el control"_ ; pero me desanimó cuando leí que el mismo se había realizado con tanta agudeza por la situación de pandemia y responsabilidad higienico-sanitario. Pero sí, está bien también, es un control. Sin embargo son lamentablemente preocupantes los resultados del este balance y control. Me pregunto: ¿La situación de ilegalidades, deficiencias e inconformidades son solo atributo de la cadena Caracol?. (Que quede claro no se trata de culpar, restar meritos, o no reconocer esfuerzos de estos sectores encargados con la redistribución, preservación, venta, recaudación y dar servicios) . A caso es inalcanzable de lograr el añorado "sentimiento de pertenencia" en la gestión y trabajo de una institución de propiedad estatal o "social". A quién culpar ante la falta de conciencia, por qué no podemos dar y recbir servicios que sean cada vez mas dignos y gratificantes. Cuál es la sinrazón para ello, de quién o de qué depende tanta resistencia a la s simpleza y transparencia, al control popular territorial, a poner en práctica normas y medidas que garanticen captar recursos financieros de cualquier procedencia legal. Sin embargo se insiste de una y otra forma en que el signo monetario en manos del "extranjero" es prioritario (será ese uno de los problemas). Por qué nos negamos a reconocer que la divisa en tanto no se realice en la "caja nacional" no tiene, fronteras, ciudadanía, ni nacionalidad. La divisa en manos de un nacional no es menos efectiva para el propósito de interés recaudador tanto en el mercado corporativo de cadenas, asi como en una simple "bodega mincin" todos recaudadores por excelencia. Me pregunto quién, a estas alturas de la Revolución, se empeña en dividir el turismo "internacional" del "nacional"; es una cuestión de concepto ciudadano o es que se trata de valorizar la entrada de divisas según su procedencia, ambas legitimadas por nuestras leyes, ambas con igual valor en su categoría de dinero fresco. Aunque se justifique con un empeño y capricho contable administrativo, ideologico, en fin cualquier (sin)razon, mientras mas tarde la divisa permanezca fuera del sistema de circulación estatal seguirá teniendo un efecto expeculativo recalentador, a pesar de su cualidad de seguir siendo "dinero fresco" no contabilizado por la "caja del estado"; o sea no apto para comprar leche en el exterior pero sí disponible para especular en el mercado subterráneo. Parece sera una cruz a cargar y combatir mientras no alcancemos la moneda única de igual circulación territorial tanto para el nacional, asi como para el extranjero. ¿Será que la añorada pertenencia al salario y al puesto laboral, a la función de gestor son "animales fabulosos con cabeza de león cuerpo de cabra y cola de dragón"?. Está demostrado en el mundo globalizado e informatizado de hoy, la gestión de un bien social o privado dependen a distancia de la quimera de la pertenencia descrita anteriormente. Entonces qué nos falta para lograr un servicio y redistribudor de bienes y servicios realmente dignos para el comprador y para el vendedor. Confieso que no lo sé. Y no me atrevo a repetir a mi descendencia las mismas fraces sabias que escuchaba mis antecesores, los de la generación del centenario cuando en sus pláticas de familia decían, miren, entiendan, "esto" (La Revolución) es para ellos (nos señalaban a los niños que escuchabamos). Hoy, pienso habrá que decir a los más jóvenes "esto" es para Ustedes, para que lo hagan de una vez sin mas referencias a planes, correcciones y enmiendas de "futuro del futuro" ambos no hay que prometerselos a "ellos" pues les pertenecen por ley natural de vida; solo advertirles que será solo asi bajo condición de que asuman el presente, que realmente ordenen el presente... Gracias por la información y la valentía de "Caracol"; lo del futuro y promesas de ordenamiento solo deseo vivir para ver.