La parroquia El buen pastor de Jesús del Monte, principal de extramuros de La Habana, fundada en el año 1689 y desde entonces ha brindado servicios religiosos ininterrumpidamente por más de tres siglos.

La ermita se construyó ese año, de embarrado y guano, con el primer cementerio de rango a cielo abierto de la ciudad, en tierras del demolido ingenio San Francisco de Paula, alias Jesús del Monte, por iniciativa del Obispo, para acercar los servicios de la iglesia a las zonas rurales.

En 1698, Jesús del Monte se convirtió en la primera iglesia con el título de parroquia auxiliar de la parroquial mayor en La Habana de extramuros. En las inmediaciones de la iglesia en 1723 fueron fusilados y luego colgados los cadáveres de once de los vegueros sublevados, por no estar de acuerdo con el estanco del tabaco, primera rebelión armada contra la metrópoli.

Cuando la toma de La Habana por los ingleses, en 1762, fue zona bélica por su ubicación estratégica. El párroco Manuel de Torres y Feria, en 1870, prestaba la parroquia para las reuniones conspiratorias contra la metrópoli española a sus amigos Manuel de la Cruz (en su honor se construyó el parque que preside el frente de la iglesia), periodista y encargado de entregar el tabaco con la orden de alzamiento enviada por José Martí para el inicio de la lucha de 1895, junto a Juan Gualberto Gómez y José Lacret.

Jesús del Monte ha tenido cerca de 118 curas y tres grandes reconstrucciones (1689, 1698 y 1870) en 327 años de fundada. Aún conserva la misma estructura arquitectónica desde el 18 de julio de 1870 (día que culminó la última reconstrucción).

En el último proyecto se llevó a cabo el ensanchamiento de la iglesia, que consistió en añadir una segunda nave al cañón principal, construir la casa del cura, centrar la torre y arreglar la fachada. Los materiales utilizados fueron nacionales: ladrillos y piedras calcáreas de las canteras de San Lázaro.

El archivo parroquial posee el documento oficial más antiguo de la localidad, correspondiente al acta matrimonial de Baltazar López y María Márquez, pareja de origen canario, firmado por el Obispo Diego Evelino de Compostela, el 3 de noviembre de 1689. Documento que da fe del primer asentamiento poblacional como génesis de su identidad.