José René Alfonzo Alfonzo es uno de los dos delegados de la capital al Congreso de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) y se encuentra dentro de la candidatura a su Comité Nacional. Con él conversamos recientemente, en un encuentro sostenido por la presidenta provincial de la ANAP con los delegados al cónclave, pertenecientes a los municipios de Cotorro y San Miguel del Padrón.

De esa forma supimos que este hombre, asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Luis Ruiz Payaré, es propietario de 0.66 hectáreas, una finca relativamente pequeña ubicada en el municipio de Cotorro, pero bastante diversificada. Con más de 30 especies de frutales, 11 de pasto y forraje y nueve de alimentos animales, Alfonzo Alfonzo cuenta en su finca con conejos, vacas, carneros, cerdos y gallinas ponedoras. A ello suma cultivos varios, con destaque para el tomate, las hortalizas, además de cebollino, ajo porro, lechuga, boniato, calabaza, yuca y frijol”.

Acerca de cómo él ha vivido todo el proceso, comentó: “En la Cooperativa me propusieron precandidato al Congreso, y posteriormente en la Asamblea Provincial se ratificó esa decisión. Hoy hemos estudiado las distintas proposiciones hechas al Comité Nacional de la ANAP. Para mí es un gran honor estar entre los cinco compañeros de la capital propuestos para esa instancia”.

Alfonzo Alfonzo lleva el campo tan enraizado en la sangre, que estudió ingeniería agrónoma en el instituto Superior de Ciencias Agropecuarias de La Habana, carrera de la que se graduó en 1991. En sus estudios realizó la especialidad en pasto y forraje, motivos por los cuales cuenta con vastos conocimientos sobre la agroecología y que nos permite denominarlo como un guajiro científico.

Esos conocimientos son fundamentales en la producción de alimentos en su finca, y le han permitido ser productor de avanzada. Con prácticamente 20 años de trabajo en su parcela, nos comentó: “No he utilizado un solo gramo de petróleo para producir alimento. Todo es con tracción animal, y proteger el suelo. Sin labranza. Solamente surcar y sembrar, para ello empleo diversas técnicas agroecológicas que me facilitan un mejor suelo, en condiciones de producir alimentos y que la planta esté bien nutrida”.

Fue en el 2012 cuando Alfonzo Alfonzo, tras fallecer su padre, recibió la mitad de la finca que este poseía. A partir de ese momento se ha dedicado por completo a producir alimentos. Pero no fue hasta el 2017 que abandonó el cargo administrativo que tenía en el Instituto de Ciencia Animal y se dedicó por completo a esta noble tarea en su propia tierra.