A producir todo lo más que se pueda y sacarle a la tierra todo lo que esta puede dar, llamó Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP) de La Habana, durante un recorrido por escenarios productivos del municipio de Boyeros.

En la granja 14, de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Producción para el turismo, donde habitualmente envían alimentos frescos con destino a la hotelería, intensifican la siembra de especies de ciclo corto y el intercalamiento de cultivos, con el propósito de cumplir no sólo los planes, sino de dar el extra en la agricultura urbana y suburbana. 

Foto: Alejandro Basulto

Tomás Cainet, director de la UEB, calcula los cultivos por días y toneladas. Si bien el plan de este año es obtener 389 toneladas, en tiempos de la Covid-19, el colectivo de 87 personas se propone acercarse a las 450 toneladas, dijo Cainet. 

Entre los principales cultivos de esta granja del Wajay, ubicada en la carretera del aeropuerto José Martí, del municipio Boyeros, se encuentran hortalizas, viandas y frutas. En medio de la epidemia, debajo de los árboles de aguacate han sembrado plátano y, al costado de las casas de cultivos, lechuga, y la calabaza, intercalada con maíz. Esa es su interpretación de aprovechar al máximo todos los espacios. 

Foto: Alejandro Basulto

“Siempre hemos sido un país con dificultades: falta de liquidez, bloqueo, y ahora, la pandemia, y el mundo está en crisis y no puede producir lo que antes hacía, pues muchos lugares se paralizaron. Hoy, no podemos traer cosas que necesitamos, ni vender para obtener dinero. Lo que nos puede ayudar es que seamos capaces de producir en la agricultura, tenemos que multiplicar la producción todo lo que podamos”, enfatizó Torres Iríbar.

Foto: Raquel Sierra

Donde se hacían dos rotaciones, hacer tres; buscar mayor rendimiento por hectárea, regar aunque sea con regaderas, son algunas de las alternativas para lograrlo.

Al duro

La UEB Granja de Boyeros, con 170 hectáreas y perteneciente a la Empresa Agropecuaria Metropolitana, ofrece un panorama bien diferente: canteros enyerbados, espacios sin sembrar y plantas de tomate que anticipan escasos rendimientos, en una unidad que debe producir al cierre de 2020 un total de 1 131 toneladas de hortalizas, entre ellas, col, berenjena, pepino, entre otros.

Al respecto, Torres Iríbar reflexionó: "Para producir bien, los organopónicos no pueden tener hierbas, pues entonces la materia orgánica de los canteros, no solo la aprovechan los cultivos, sino también las plantas parásitas que han dejado crecer. Es preciso trabajar por una cultura organopónica”.

Foto: Alejandro Basulto

Ante las deficiencias detectadas, que limitan los rendimientos, el presidente del CDP orientó adoptar un plan de medidas para lograr, con exigencia y responsabilidad, el verdadero rescate integral de esa unidad, de manera que pueda aportar todo su potencial.

Diversificar, sin vuelta atrás

La finca integral de frutales Ignacio Rodríguez Padrón produce cultivos varios, ganado menor y mayor, según explica el joven Jorge Daniel Rodríguez Algora, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) 13 de marzo.

En condiciones normales, dijo, la cooperativa entrega parte de sus productos a centros del consumo social. "En esta coyuntura, estamos abasteciendo mercados agropecuarios estatales y los puntos de venta de la cooperativa. Además, estamos sembrando cultivos de ciclo corto para aprovechar más la tierra y esperamos tener próximamente buenas cosechas de mango y aguacate”, dijo.

Foto: Alejandro Basulto

En el reparto Sierra Maestra, en Boyeros, la finca El futuro responde al compromiso del campesinado habanero de producir para el pueblo. Sandra Leyva León, usufructuaria de tierras en cultivo, subraya: "En estos momentos el país necesita de nosotros. Me propongo aportar mucho más, incrementando la entrega de carne de cerdo, conejo y aves e impulsar la producción de pollos de ceba”.