Producir en tiempos de pandemia es todo un desafío. Se hace necesario intensificar las medidas higiénico-sanitarias, se labora con una plantilla reducida, y en no pocas oportunidades, escasean las materias primas. Sin embargo, nada ello ha impedido que los trabajadores de la Empresa Cervecería Guido Pérez Modelo sigan laborando.

Idermis González Reyes Foto: Oscar Alvarez Delgado

Sobre qué se hace en esa industria en estos momentos y el destino de sus producciones, conversamos con Idermis González Reyes, directora de operaciones de la Empresa Cervecería Guido Pérez Modelo. Al respecto ella nos comentó: “En estos momentos nuestra entidad está tomando todas las medidas higiénico-sanitarias al máximo, controlando que cada uno de los trabajadores se encuentre en un ambiente seguro a la hora de ejercer su labor social en la entidad”.

“Tenemos varios puntos de control, desde la misma entrada, con pomos con agua clorada. Se vela porque todos traigan puesto su nasobuco, además, existen barreras sanitarias a la entrada de las áreas productivas”.

¿Qué producciones están haciendo?

-Continuamos con la producción de cerveza, ahora totalmente embotellada, porque debido a la situación existente tuvimos que para la producción de cerveza dispensada y cerveza a granel e incorporamos la producción de malta para apoyar a la alimentación de la población.

¿Qué destinos tienen estas producciones?

-La cadena MINICIN, principalmente. Las ventas a gastronomía están totalmente cerradas, pero estas producciones están yendo a comercio, y la venta a organismos. Producimos cerca de 2500 cajas diarias, lo mismo de malta que de cerveza, aunque estas producciones no se realizan el mismo día, pues solo contamos con una línea productiva.

Foto: Oscar Alvarez Delgado

¿Con qué personal están trabajando en estos momentos?

-Estamos laborando únicamente con el personal imprescindible. Desde que dio inicio esta situación epidemiológica, la empresa tomó la estrategia a partir de las indicaciones recibidas. Nos preparamos para cuando todo esto culmine, volver a la normalidad y recuperar nuestras producciones.

Tenemos entendido que, en el caso de la producción de malta y cerveza, cuando se cambia de un producto a otro es necesario hacer una limpieza de todos los equipos. ¿Cuán costoso puede ser esto para la empresa?

-Para el proceso de limpieza, mayormente como lo requiere la malta, que es un medio de cultivo fiel para el crecimiento de microorganismos, el proceso de tiene que ser riguroso. Para ello utilizamos varios detergentes, ácidos y desincrustantes, que la mayoría no se encuentran en el país. Ejemplo de ello es el AC150 que lo obtenemos mediante Suchel Proquimia, el cual lo importa. Los índices de consumo de este producto son muy controlados por nuestra empresa, debido a la situación que estamos presentando y al bloqueo impuesto por Estados Unidos.

Foto: Oscar Alvarez Delgado

“La función de los trabajadores es primordial en esta tarea, porque ellos son el eje principal para que se cumpla este proceso. Siempre velando por la seguridad y la protección de nuestros obreros”.

¿Qué posibilidades tiene la empresa, de en un futuro relativamente cercano, cumplir con el sueño de poder producir su propio caldo?

-Eso es un viejo sueño, tanto de la entidad, como de los consumidores, porque desde hace años la demanda, tanto de cerveza, como de malta, supera las producciones que podemos ofrecer. Nuestra materia prima fundamental, que es el caldo cervecero, y la malta preelaborada viene de provincias lejanas, como es el caso de Camagüey, desde la cervecería Tínima, y desde la Antonio Díaz Santana, más conocida como Manaca, en la provincia de Villa Clara.

“Sobre las proyecciones, ya se encuentran realizados anteproyectos, aprobados estudios de factibilidad, presentados a través de ventanilla única por el proceso inversionista, y aprobado por varios organismos. Lo único que nos para ahora es el financiamiento, el cual se dificulta por la situación económica que atraviesa el país debido al bloqueo impuesto por Estados Unidos”.

“En cuanto al proceso inversionista, tenemos en planes instalar una mini cervecería. Ese proyecto nos ayudaría a aumentar las producciones tanto de cerveza dispensada como embotellada y así captar la atención del cliente y la satisfacción de su demanda”.

UNA MIRADA POR DENTRO

Otro aspecto que habla de la calidad humana de los cerveceros habaneros es el hecho de que el centro cuenta con varios trabajadores prestando servicios en el Centros de Aislamiento para la Vigilancia Epidemiológica existente en el Cotorro. Esas personas, según nos refiere Idermis González, se encuentran prestando servicio tanto directamente a los pacientes en aislamiento, como en las áreas logísticas.

Francisco Macía Martínez Foto: Oscar Alvarez Delgado

Francisco Macía Martínez, secretario del Partido de la Empresa y su asesor jurídico, nos expresó que la entidad, además de cumplir con su objeto social, contribuye con su parque de vehículos al abastecimiento de los módulos de consumo, la ayuda al Sistema de Atención a la Familia (SAF), el abasto de agua a la zona con los carros pipa que poseen, los cuales en estos momentos no se están utilizando en la distribución de cerveza a granel.

Pero, ir hasta la Cervecería Guido Pérez y marcharnos sin visitar sus áreas productivas, ver qué se está haciendo en ellas, y conversar con alguno de sus obreros, es un pecado inadmisible que no cometimos. El día de nuestra visita coincidió con el de la limpieza de la línea de embotellado, pues apenas unas horas antes habían terminado de embasar toda la malta que tenían hecha. Y hacia ese lugar nos dirigimos.

Allí nos encontramos con un reducido grupo de trabajadores, los cuales, enfrascados en sus funciones, apenas repararon en nuestra presencia. El trabajo de limpieza de esa instalación con una mezcla de agua con cloro aplicada con una manguera a presión, el ajuste de algunas piezas, y la soldadura de otras, garantizaban tanto la limpieza de ese local, como el oportuno mantenimiento de las maquinarias.

Vladimir Pérez Velázquez Foto: Oscar Alvarez Delgado

Vladimir Pérez Velázquez, quien es el secretario del Partido en el área de producción, nos explicó: “Todos los trabajadores estamos produciendo alimentos para el pueblo, tomando todas las medidas sanitarias necesarias, con el constante lavado de las manos con agua clorada y el uso permanente del nasobuco. Aquí todos estamos dispuestos a permanecer las horas necesarias para la producción de malta y cerveza con destino a la población”.
Y mientras los trabajadores de la cervecería se empeñaban en dejar reluciente hasta el último rincón de su industria, en lo alto del techo otro grupo de obreros laboraba de forma incansable. Se trata de una bandada de golondrinas que por estas fechas tienen la costumbre de anidar allí.

Todo un recordatorio de que la humanidad debe de vivir en armonía con la naturaleza, y una premonición de que algún día, la pandemia del COVID-19 habrá de desaparecer, como mismo lo hacen todos los años las golondrinas. Cuando eso ocurra, este coronavirus pasará a ser solo un mal recuerdo. Uno que, al contrario de las golondrinas, -que siempre llenan de alegría a quienes les ven, y se les extraña cuando demoran en llegar-, esperamos desaparezca para siempre.

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