Locuaz, activo e imparable, así lo califican quienes lo conocen y siguen desde sus años de dirigente en la FEU y en la UJC, y aun más por estos días, en los que Roilán Rodríguez Barban, primer secretario del Partido Comunista de Cuba en La Habana del Este, trabaja codo a codo con los trabajadores de su territorio en el enfrentamiento a la pandemia de la COVID-19.
“El trabajo es muy intenso –confiesa–, pero nada es imposible, siempre que se trabaje con amor, con entrega, confiando mucho en el pueblo, en el trabajo hombre a hombre”, asegura a través de la línea telefónica para responder a las voluntades de celebrar este Primero de Mayo en las condiciones actuales de aislamiento social.
“Estamos llenos de motivaciones. Al igual que en todo nuestro país, en La Habana del Este, extenso municipio costero de la capital, los trabajadores realizan un papel fundamental, como parte de los 539 colectivos laborales del territorio, donde se registran 1 075 secciones sindicales con más de 30 000 afiliados.
“Quisiera significar, por ejemplo, el esfuerzo que realizan los colectivos en Suchel Camacho, Suchel Cetro, ubicados en el área de Berroa, de este municipio, y donde, a pesar de las actuales condiciones epidemiológicas, se producen artículos de aseo como el jabón y la crema dental requerida por la población.
“De igual forma se enfatiza la producción de alimentos, tomando como experiencia el consejo popular de Campo Florido, la utilización de los patios y parcelas en función de cultivar variedades de vegetales y hortalizas que puedan comercializarse directamente al pueblo. Esto de incrementar las capacidades de la agricultura urbana y popular, es una batalla que los trabajadores desde sus casas pueden impulsar y, de hecho, ya hay muy buenos resultados que se extienden a ocho consejos populares.

“En cuanto a la atención de los ancianos que viven solos, disponemos de trabajadores que actualmente se encargan de llevar los alimentos proporcionados por el Sistema de Atención a las Familias(SAF). Estas acciones de apoyo se continúan en cuanto a la disponibilidad de los medicamentos que deben recibir en las farmacias. Y no podría dejar de mencionarte la heroicidad de los trabajadores del sector de la Salud, en cuanto a la pesquisa activa durante la encuesta epidemiológica y en el trabajo directo, ya no solo en la parte urbana, sino también atendiendo comunidades muy distantes.
“Yo creo que la vida nos ha impuesto este reto. Hoy la plaza es nuestra casa, para todo nuestro pueblo. Pero la vida también nos ha impuesto el reto que sea a la altura del aniversario 20 de ese extraordinario concepto de Revolución que definiera el Comandante en Jefe, el Primero de Mayo del año 2000. Por ejemplo, cuando uno piensa en ser tratado y tratar a los demás como seres humanos, no es otra cosa que lo que está pasando en esta ofensiva que se está viviendo en nuestro país con el enfrentamiento al nuevo coronavirus. Desafiar las poderosas fuerzas dentro y fuera del ámbito social y nacional…, no es más que la intensificación de nuestras potencialidades no solo del personal de Salud, sino de transporte, servicios, producciones básicas, orden interior, la defensa, la colaboración médica internacionalista, entre otras.
“Estamos trabajando hombre a hombre porque esta batalla contra la COVID-19 lleva muchos detalles y se están viviendo disímiles experiencias, por ejemplo, en los edificios que hoy están en aislamiento de nuestro territorio, en los que hay que reforzar las medidas. Y en cada núcleo hay un trabajador, hay un maestro, hay un enfermero, hay alguien del personal de Salud, de la industria, un campesino. Y yo creo que ahí esta nuestra expresión de nuestro pueblo. La motivación principal es – yo diría– que tenemos a Fidel, a Martí y a la Generación histórica en el corazón y que nada está perdido. Este Primero de Mayo, cada casa es la Plaza, porque la Plaza de la Revolución la tenemos en el corazón en esta batalla”.