Son las 8:00 a.m. y con las notas de Himno Nacional se hicieron eco las voces de la población obrera. Este 1ro. de Mayo no se inundaron plazas y calles, pero flameó la bandera de la estrella solitaria en cada pedazo de país, de ciudad.
La pandemia mundial que hoy nos golpea impidió entregarle al Apóstol, como cada año, el grito vigoroso de ¡Viva Cuba!; ese que hizo temblar la Tribuna Antimperialista hace 20 años cuando el eterno Comandante proclamaba su concepto de Revolución.
El nuevo coronavirus no pudo con las convicciones y el empeño de demostrarnos como hombres y mujeres de pueblo, revolucionarios y socialistas, seguidores fieles de una obra que hoy le expone al mundo nuestra capacidad de “defender valores en los que se cree al precio de cualquier sacrificio”.
Este 1ro. de Mayo generaciones de habaneros hicieron de su casa una plaza, y así lo demostraron los vecinos del edificio 602 de Comunicaciones del municipio de Plaza de la Revolución, quienes desde horas tempranas de la mañana rindieron homenaje a la clase obrera cubana.

