Las medidas de aislamiento social y el llamado a quedarnos en casa ante la presencia del Covid-19, así como el alza de las temperaturas durante estos días abril que más bien parecen los de julio y agosto, cambiaron sustancialmente el comportamiento del consumo energético de la ciudad a niveles que superaron todos los pronósticos.

El Ingeniero Mario Castillo Salas, director general de la Empresa Eléctrica de La Habana, recordó cómo en etapas precedentes, por ejemplo, durante las vacaciones veraniegas, la estrategia ha sido aplicar acciones regulatorias muy fuertes dentro del sector estatal, de manera particular en la industria; sin embargo, ahora no ha sido posible, pues aunque la actividad económica no está detenida, sí ha cedido.

¿Cuánto pesa la carga del residencial en la curva de consumo de la provincia?

-Actualmente, los hogares capitalinos cargan con los principales números, pero además son crecimientos exponenciales, lo cual impacta en las posibilidades para mantener la generación debido al combustible que debe adquirirse, y en la estabilidad de las redes, donde surgen averías como postes partidos, disparos por desbalances y sobrecargas, lo cual propicia afectaciones a la población.

Para un mes de abril, el plan de la ciudad es 11-12 gigaWatt y en estos momentos asciende a 13-14 gigaWatt, justificado, en parte, por temperaturas similares a las del verano, y la presencia de toda la familia en casa. En la actualidad las viviendas están empleando el 80 % de la energía de la ciudad, contra el 55 % registrado antes de la situación epidemiológica por el evento SARS-Cov-2.

De acuerdo con Castillo Salas, hoy más que nunca se precisa del ahorro y retomarlo como práctica cotidiana constituye una opción capaz de hacerse sentir en la economía –también en nuestra factura de fin de mes-, y en la calidad de vida de las personas en los hogares, pues mucho ayudaría a impedir desperfectos en las redes o cortes de electricidad.

Como medidas factibles de implementarse puertas adentro, ponderó el aprovechamiento de la luz y la ventilación naturales, apagar los equipos encendidos innecesariamente, además de ver un solo televisor, teniendo en cuenta que en no pocos núcleos habaneros hay más de uno, alrededor del cual se tienen luminarias, ventiladores y equipos auxiliares que acompañan a la familia.

¿Qué representa el sector residencial dentro del consumo de la provincia?

-La Habana tiene 840 000 clientes y casi el 90 por ciento son residenciales, con un protagonismo principalmente dentro del horario del pico nocturno. Desde el momento que comienza a oscurecer, en las viviendas empiezan a cocinar, a encender las luces, a usar los medios audiovisuales…A diferencia de otras provincias, aquí a partir de las 10:00 p.m. se ponen en funcionamiento los aires acondicionados, y todo ello propicia un pico muy significativo hasta la 1:00 a.m.

“Esto atribuye al residencial un peso en la demanda no solo de la ciudad, sino también del país, sin desconocer la importancia del pico diurno que en otros momentos se solapa con el que producen las empresas y las industrias, pero nunca comparable con el de la noche, el cual tiene una incidencia directa por parte de la población y llega a tornarse insostenible en cuanto a sus valores.

“Insostenible, repito, por el empleo de combustible que precisa la generación para satisfacer esa demanda, y lo otro es que todo ese alto consumo circulando a través de las redes provoca averías perfectamente evitables, si la población adopta conciencia de la efectividad de usar de manera racional la energía”.

¿Se mantienen los eléctricos en sus misiones habituales pese a la contingencia sanitaria?

-Hemos tratado de no parar nada. La operación del sistema está garantizada; siempre que haya clientes y estén consumiendo estarán en activo las guardias eléctricas, las brigadas contra averías, el centro de llamada, el despacho provincial, … estructuras todas diseñadas para asegurarles el servicio a las personas.

“Ya el cobro está detenido, así como las reclamaciones desde el punto de vista administrativo, y en la parte de redes hay algunas actividades que comienzan a ceder en el tiempo como los diagnósticos y las inversiones”.

¿Qué tendencia muestra el uso de las plataformas digitales para el pago de la factura?

-Venían en crecimiento antes de las actuales medidas. La aplicación Tranfermovil figura entre las más fuertes, al escalar posiciones dentro de la estructura de formas de pago de la empresa, seguida de la Telebanca, entre otras. Tras el cierre de todas las oficinas comerciales nuestra entidad hizo un llamado a potenciar mucho más su uso.

“Recomendamos a los clientes pagar mediante todas las alternativas que facilita la informatización. Resulta válido no acumular facturas para que luego no sea tan alta la deuda con la empresa, máxime si se tiene en cuenta que, a diferencia de otros servicios, los importes de dinero por concepto de la electricidad son generalmente elevados en los hogares capitalinos.

“Nuestra empresa continuará realizando el proceso de facturación, y el cliente podrá saber cuál fue su gasto a través del 188 88 y otros números telefónicos que se están definiendo y daremos a conocer oportunamente a la población”, aseguró el director general de la Empresa Eléctrica en La Habana.