La iniciativa se multiplicó por toda La Habana. Desde los balcones y en el interior de las casas, los aplausos a los trabajadores de la Salud, demuestra la confianza de la población habanera hacia quienes realizan el mayor esfuerzo para proteger a la ciudadanía en la lucha contra el COVID-19.

Lo alegórico de este gesto, en correspondencia con una hora también simbólica para los habaneros y los cubanos, en general, incluso en otras latitudes, habla de solidaridad y no del cierre de las murallas como en la época de la colonia ante el peligro de los ataques de corsarios y piratas, sino de la apertura de un ejemplo compartido de disciplina y unidad, en cada latido de nuestros corazones para quienes están allí, en su puesto de labor de exclusiva importancia, mientras la familia permanece en casa.

De cierta manera la situación epidemiológica, una vez vencidas sus etapas de peligro de contagio, marcarán un antes y un después en nuestras vidas. Muchos hábitos de conducta deberán ser modificados con el objetivo de preservar la higiene individual y colectiva. El conocimiento y la confianza en nuestros médicos, investigadores, enfermeras, técnicos, especialistas, personal de apoyo y logística, del Ministerio de Salud Pública; el vínculo indisoluble con otros ministerios en función de garantizar el bienestar ciudadano, nos convoca al respeto de sus orientaciones, decisiones y regulaciones, pero de una forma culta y concientizada.

El enfrentamiento del COVID-19, y las decisiones del Estado cubano, así como las orientaciones del Consejo de Defensa Provincial de La Habana, marcan pautas de seguimiento a un trabajo conjunto que deben ser perfeccionadas. De igual forma, la participación de nuestros artistas en el apoyo a la necesidad de permanecer en casa, demuestra la profundidad del concepto de Cultura defendido por Fidel, y que se declaró como parte de la línea de trabajo del último Congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

Una vez más la continuidad del pensamiento de nuestro Líder histórico Fidel, se traduce en las acciones del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en sus orientaciones por acelerar la informatización del país, el establecimiento de relaciones eficientes entre los diferentes sectores de la economía y la participación de las instituciones del conocimiento (en todos los niveles de la enseñanza, fundamentalmente la universitaria) en los planes de desarrollo del país.

La presencia solidaria de Cuba en el mundo en apoyo a la erradicación de la pandemia, es un hecho que forma parte del legado de Fidel en su concepto de Revolución, resume el pensamiento martiano de Patria es humanidad, el por qué la necesidad de ser más eficientes para enfrentar el genocida bloqueo imperialista sostenido por el gobierno de los Estados Unidos y recrudecido por la administración del señor Trump.  Los espontáneos aplausos a quienes llevan la ofensiva contra el Covid-19 resultan suficientes motivos para reconocer, más allá del sincero símbolo de respeto, a los que exponen sus vidas al preservar las nuestras.