El complejo panorama gana titulares en los medios de prensa. Cuando todavía resta poco más de un mes para decirle adiós al período seco, casi medio millón de capitalinos están afectados, de una u otra manera, con el suministro de agua, que se ha tornado complejo como consecuencia de la sostenida ausencia de precipitaciones de los últimos meses.
Con un adeudo que transitó de mil 500 l/seg., a principios de año, a dos mil 400, en este minuto, del total perjudicados, alrededor de 470 mil reciben el servicio por carros cisternas, el resto ha sufrido variaciones en los horarios (desplaces y/o reducciones) o los ciclos de entregas, alargados en algunos casos hasta cada cuatro días.
De las cinco fuentes fundamentales de abasto exhiben niveles desfavorables, y solo Cuenca Sur reserva acumulados un tanta halagüeños, en tanto Almendares-Vento, asociada al llamado Sistema Central y responsabilizada con la entrega del líquido a más del 20% del total de residentes en la provincia, apenas tiene cobertura para unos 50 días.
Sin embargo, se ha trabajado y trabaja en función de mitigar los efectos negativos de la sequía. A pesar de la actual tensa situación económica por la cual atraviesa la Isla, el financiamiento central para el mejoramiento del suministro a los capitalinos es millonario. Se labora en el montaje de nuevas conductoras para interconectar sistemas y trasvasar agua desde donde hay mayor disponibilidad hasta los lugares más afectados.
Los hidráulicos habaneros también impulsan la reperforación y perforación de pozos, en busca del agua a mayor profundidad o en otros espacios, instalan nuevas plantas desalinizadoras o dan mantenimiento a las que ya existen, y acometen otras acciones que hacen hincapié en la supresión de salideros.
Como parte de la estrategia conjunta del Instituto de Recursos Hidráulicos y la Empresa Aguas de La Habana, diseñada para enfrentar el impacto negativo de la prolongada sequía en el abastecimiento a la población, pequeñas y grandes obras marcan el quehacer del sector en el territorio.
Entre ellas despunta la gran conductora que desde Cuenca Sur inyectará líquido desde acuífero al Sistema Central, unos 700 l/seg., que viajaran por un cauce de polietileno de alta densidad, de 1 200 mm de diámetro a lo largo de alrededor de 11 mil metros, en medio de un agreste paraje, de la provincia Mayabeque, con la cual se beneficiarán los vecinos del Cerro, Diez de Octubre, Plaza, Centro Habana y La Habana Vieja, precisamente las localidades más afectadas.

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Duele ver la situación hidráulica del país y los esfuerzos que hace nuestro Estado para revertir la misma y que aún existan salideros de agua potable a la vista de todos nosotros. El edificio situado en la calle Panchito Gómez esquina General Suárez, en el Cerro, a solo dos cuadras de la sede del Periódico, tiene una cisterna sin flotante desde hace varios años y todos los días se vierte el agua por horas hacia la calle, además que el lugrar donde está la cisterna es casi un basurero. Varios vecinos del lugar han hablado con los que residen en el edificio pero no se ponen de acuerdo. Pido a los compañeros del periódico hacer llegar esta situación a quienes tengan la posibilidad de solucionarla. Aguas de La Habana pudiera hacer un levantamiento con la ayuda de los CDR y demás factores de la comunidad y estoy segura que se ahorrará mucha agua por concepto de eliminar salideros como el del ejemplo.
En la calle Pamplona esquina Luyano es triste que despues de una supuesta reparacion de una tuberia hay un pequeño salidero despues que agua de la habana fue a reparar un salidero que hacia um mes que se encontraba,como es posible que exista persona trabajando sin la conciencia requerida.