Con una capacidad para 180 niños y 38 trabajadores, el Círculo Infantil Pequeños Pioneritos, el cual se encuentra ubicado en Avenida Los Ocujes y Palatino, en el municipio de Cerro, fue objeto de una amplia reparación recientemente.

Los trabajos allí realizados, que incluyeron cambio de marquetería, labores en la acometida hidráulica, en las diferentes áreas, así como impermeabilización de los techos, superaron los 600 000 pesos, con el objetivo de propiciar mejores condiciones de vida a los menores en su primera infancia.
Pero más allá del costo económico de la obra, e incluso de la entrega de quienes pusieron en cada rinconcito de ese centro todo su corazón, factor fundamental en la calidad de la ejecución, está la sonrisa de los niños allí matriculados. Verlos jugar con sus grandes muñecos, cantar con las “seños” que les atienden, interactuar entre ellos asumiendo diferentes roles, es más que suficiente para demostrarle al mundo que en Cuba los derechos humanos, en especial los de los niños y niñas, son sagrados.

Mas, no es esta la única obra de Educación que, pese al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, se ejecutó en el 2019. Baste decir que solo en el municipio de Cerro, durante ese año, fueron objeto de reparación y mantenimiento un total de 12 instalaciones educativas, mientras para el 2020 está previsto acometer acciones en otras 14.

Sobre lo allí realizado, Luis Antonio Torres Iríbar, primer secretario del Partido en La Habana, expresó que “no basta con hacer, hay que mantener. Si un latiguillo se dañó, arreglarlo; si a una puerta se le afloja una bisagra, buscar que alguien la repare. Las soluciones de un círculo pueden tener diferentes vías, una es la Estatal, otra, las cooperativas de Trabajadores por Cuenta Propia, y la otra, la de los propios padres”.
Y es que en Cuba, pese a los problemas del bloqueo, el bienestar de los niños es tarea de primer orden. Pues tal como dice Torres Iríbar, “A Cuba no le sobra nada, pero es capaz de tenerlo casi todo para su gente, y lo que no le llega, es porque los escasos recursos no le dan y, además, porque tenemos que ser más eficientes”. De ahí el llamado hecho por el primer secretario del Partido en La Habana de hacer por La Habana y por la Revolución, lo más grande, hecho en lo cual, sin dudas, ese canto a la vida que es la sonrisa de los niños, ocupa un lugar de vital importancia.